El mercado laboral español atraviesa un momento de contradicciones. Por un lado, el empleo muestra cifras de crecimiento sostenido y los sectores de servicios, construcción y transporte siguen generando actividad.
Sin embargo, al mismo tiempo aparecen problemas graves para cubrir determinados puestos que requieren habilidades específicas.
La fotografía que aporta el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), a través del informe “El ajuste de la oferta y la demanda de empleo en el mercado de trabajo”, revela una realidad que preocupa a empresas y organizaciones.
El análisis evidencia que España no encuentra camareros ni camioneros, y que esa dificultad no se limita a estos colectivos. Cocineros y albañiles también forman parte del listado de oficios que presentan un alto nivel de vacantes sin cubrir.
El fenómeno, que ya se observaba en ejercicios anteriores, se intensifica en 2025 y refleja la magnitud del desajuste entre la oferta de empleo y las competencias reales de los trabajadores disponibles.
Datos que muestran un desequilibrio
El SEPE señala que el 84,44 % de las vacantes corresponden al sector servicios, sin incluir el ámbito público. En términos anuales, la cifra creció un 13,25 %, lo que confirma la vitalidad de esta área económica. Sin embargo, la falta de trabajadores cualificados impide absorber esa oferta de empleo en condiciones.
El Observatorio de las Ocupaciones, al combinar sus datos con la Encuesta Anual Laboral, identifica coincidencias claras: el problema se concentra en camareros, conductores de camiones, cocineros y albañiles.
El informe subraya que más del 70 % de las empresas justifican sus dificultades de contratación por la ausencia de candidatos con la formación necesaria. Esta situación se reproduce en la construcción, en la industria y en los servicios. La carencia de perfiles técnicos y profesionales especializados es un denominador común que obstaculiza la capacidad de respuesta de las compañías.
Vacantes de difícil cobertura
Un aspecto relevante del estudio es el análisis de las vacantes que permanecen abiertas más de 90 días. Estas se consideran de difícil cobertura, a pesar de los intentos de las empresas por mejorar procesos de selección, ofrecer incentivos o flexibilizar requisitos. La falta de trabajadores cualificados vuelve a ser la causa más repetida.
El déficit se aprecia con especial intensidad en actividades como la reparación de vehículos, la fabricación de productos metálicos, la hostelería, el transporte terrestre, las actividades sanitarias y la asistencia residencial. También aparecen la construcción de edificios, la edición y la instalación de maquinaria.
En todas ellas, los porcentajes de empresas que no encuentran personal cualificado superan el 75 %.
Un problema que no se limita a España
La escasez de talento no es un fenómeno exclusivo de nuestro país. Eurostat estima que la tasa de vacantes en la zona euro alcanzó el 2,9 % en el primer trimestre, mientras que España registró un 0,9 %, una de las cifras más bajas de la Unión Europea.
Aun así, los desajustes en nuestro territorio son significativos porque se concentran en sectores de gran relevancia. Austria, con un 4,5 %, o Países Bajos y Bélgica, con un 4,4 %, muestran tasas mucho más elevadas, pero con un nivel de formación y recualificación más avanzado que permite mitigar el problema.
En España, las vacantes se reparten principalmente entre administración pública, actividades administrativas, servicios auxiliares, sanidad y atención social. El Instituto Nacional de Estadística cifró en 149.962 los puestos sin cubrir en el primer trimestre, con un incremento respecto al periodo anterior.
Causas estructurales
El origen de esta situación es múltiple. El desajuste de competencias entre lo que demandan las empresas y la formación real de los candidatos se presenta como una de las principales explicaciones.
Los rápidos cambios tecnológicos convierten en obsoletos muchos perfiles, mientras que las instituciones educativas y los programas de capacitación no siempre logran adaptarse a ese ritmo.
Otro factor determinante es la falta de incentivos. Muchos trabajadores rechazan empleos en sectores como hostelería o transporte debido a la rigidez horaria, las jornadas partidas o la dificultad de conciliación familiar. El salario sigue siendo otro punto sensible.
Aunque la Encuesta de Costes Laborales muestra un aumento en remuneraciones, en muchos casos los incrementos no compensan las exigencias del puesto.
La formación insuficiente también juega un papel central. En numerosos casos, las empresas se ven obligadas a contratar candidatos con preparación generalista y ofrecer capacitación adicional, lo que implica un mayor coste.
Además, el envejecimiento de la población activa y la escasa movilidad geográfica contribuyen a agravar los desajustes.
Hostelería, el ejemplo más visible
El sector hostelero simboliza con claridad la dificultad de encontrar personal. España no encuentra camareros ni camioneros, pero es en los bares, restaurantes y hoteles donde el problema resulta más tangible para la ciudadanía.
Según Hostelería de España, la falta de personal responde tanto a la búsqueda de mejores condiciones por parte de los trabajadores como a la necesidad de mejorar la conciliación laboral y familiar.
Las empresas del sector reconocen que los picos de mayor actividad coinciden con los momentos de descanso del resto de la sociedad, lo que dificulta la contratación. También apuntan al salario como un elemento que influye en la toma de decisiones de los candidatos.
Aun así, el sector ha experimentado un crecimiento notable: este verano se superaron los dos millones de empleados, lo que refleja una demanda muy fuerte y un dinamismo constante.
El papel de los organismos
El Banco de España ha detectado que el 43,85 % de las empresas consideran la falta de mano de obra como uno de los principales obstáculos para su actividad. El estudio de Manpower Group ya confirmaba que el desajuste de talento se mantiene en niveles altos, aunque en 2024 se registró un leve descenso tras dos años en máximos históricos.
Por zonas, el mayor desajuste se da en el noroeste, con un 81 %, seguido del norte y sur con el 80 %. El noreste, el levante y el centro se sitúan ligeramente por debajo, aunque siguen presentando cifras elevadas. Por tamaño de empresa, las medianas y grandes son las que más dificultades encuentran para captar y retener personal.
¿Seguirá esta tendencia a lo largo de este año y en 2026? Todo apunta que sí.
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