Windows XP está empezando a ser desplazada por la propia Microsoft y aunque aún seguirá teniendo soporte, cosas como la versión 9.0 de Internet Explorer ya se auncia que no estarán disponibles para este sistema. Poco a poco se va arrinconando a este sistema y las empresas deben ir valorando el cambio puesto que esta situación es irreversible. Muchas, aún teniendo en mente el cambio no lo efectúan principalmente por dos razones, fiabilidad y economía.
Vamos a verlo con un poco más de detalle:
La primera tiene que ver con desconfianza hacia los sistemas nuevos. Las empresas no suelen migrar a menos que el sistema ya esté bien probado. Muchas empresas esperan a la salida del primer Service Pack de un sistema operativo para migrar. Si se acelera este proceso con Windows 7 es por la gran longevidad de Windows XP que ha aguantado en muchas empresas durante más tiempo del que a la propia Microsoft le hubiera gustado.
La segunda tiene que ver con la situación económica mundial. Afrontar una migración en una empresa puede ser algo que se plantee como una necesidad o como la posibilidad de mejorara la productividad de los puestos de trabajo. En épocas de crisis económica a las empresas les cuesta mucho más tomar este tipo de decisiones, por lo que la implantación de Windows 7 será más lenta de lo esperado.
Sin embargo todo indica que 2011 será el año de la implantación definitiva de Windows 7 y en el que poco a poco Windows XP irá pasando a un segundo plano y Vista a la historia en muchas empresas. Si Microsoft continúa con la política que ha iniciado con Internet Explorer 9 de no sacar versión de producto para Windows XP muchas empresas pronto se verán obligadas a cambiar.
Las opciones que nos permite el XP Mode de virtualizar Windows XP dentro de Windows 7 solucionan muchos de los problemas que la migración de un sistema a otro puede ocasionar, con equipos marginales que se mantienen en las empresas porque tal o cual aplicación sólo funciona en estos equipos. Está claro que quieren dar las mejores facilidades para tratar de allanar el camino.
De todas forma queda por llegar la gran ofensiva a nivel comercial de Microsoft. Al fin y al cabo no es de recibo que una licencia de Windows 7 Profesional sea 60 euros más o menos más barata si compramos en dólares que si compramos en euros. Hay margen comercial para mejorar este producto, y ofrecer a las empresas condiciones más ventajosas para adquirir licencias nuevas.
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