De momento no hay solución al problema, más allá de no utilizar este navegador y entrar en internet con otras alternativas de las muchas que hay. El fallo de seguridad permite tomar el control del ordenador afectado y realizar en el las acciones que desee. Para ello si hemos visitado una web especialmente creada al efecto, que nos mostrará un cuadro de diálogo que nos pedirá pulsar la tecla F1.
Así que si a pesar de las advertencias seguís utilizando Internet Explorer no pulséis la tecla F1 aunque os lo pida la web que estáis visitando y por supuesto mucho cuidado con los enlaces que os llevan a páginas web que vienen en correos electrónicos, aunque estos sean de direcciones conocidas. No es el primer fallo de Internet Explorer, ni de otros navegadores, pero sin embargo sigue siendo el más utilizado en las empresas.