Y esto en el mejor de los casos, porque podemos encontrarnos con el equipo literalmente frito. Existen medidas de protección, como los SAI, pero muchas empresas, sobre todo las más pequeñas carecen de ellos, o no para todos los sistemas. En este caso lo mejor es dejar los equipos desconectados de la corriente eléctrica cuando salimos de la oficina, nos vamos de fin de semana, puente o simplemente vemos amenaza de tormenta.
Claro que el impacto de una tormenta con gran aparato eléctrico dependerá mucho del estado de nuestra instalación. Si tenemos una buena instalación eléctrica absorberá mejor los picos de tensión, pero aún así es posible que afecten a nuestros equipos. Lo cierto es que las tomas de corriente estabilizada que vayan conectadas a la unidad UPS son la única solución para tener tranquilidad.
De todas formas no está demás tener una fuente de alimentación extra por la oficina, ya sea de un equipo que retiramos y nos puede solucionar el problema mientras conseguimos una de repuesto. También aquí influyen las características de nuestros equipos. Si tenemos equipos de sobremesa, de tipo semitorre o torre, con cajas amplias será más sencillo encontrar fuentes, pero si tenemos de tipo compacto, muchas veces no encontramos la fuente adecuada para el tamaño del equipo y podemos tardar un poco más en recuperar la normalidad.
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