No sólo hablo de una inversión material, de dinero, sino de recursos humanos. El tiempo que dedicamos a actualizar nuestra página. Debemos ofrecer información que sea útil a nuestros clientes potenciales sobre los productos o servicios que ofertamos. De esta manera hablamos como expertos en nuestro campo y recomendamos tal o cual producto.
Es importante saber llevar a nuestro terreno al cliente. Muchas empresas tienden a ofrecer tal o cual producto en función de los márgenes de venta que les dejan. En nuestra web tenemos que alejar esa sensación, tratar los productos de una forma neutra y objetivizar la información que ofrecemos. No se trata de vender online, sino de ofrecer los elementos necesarios que atraigan al cliente a nuestro negocio.
Por mucho que el comercio online crezca año tras año, todavía la mayor parte de las ventas se produce de forma tradicional. Por lo tanto el primer paso será ganarnos la confianza de nuestros clientes potenciales para que acudan a nuestras empresas y una vez allí cerrar la venta. La página web tiene que estar pensada para ofrecer una imagen de nuestra empresa, no sólo un escaparate de la misma que se limite a enseñar productos.
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