Contratos a discapacitados ¿Por qué no?

Normalmente, la pyme es reacia a la contratación de personal con algún tipo de minusvalía. Los prejuicios previos son evidentes, aunque infundados en la mayoría de los casos. Se da por supuesto que un trabajador con alguna discapacidad física, tiene mayor absentismo laboral generado por consultas médicas, mayores problemas de adaptación física a nuestras instalaciones; aunque este problema lo tenemos cuando nuestras instalaciones no están adaptadas a los discapacitados, que este es otro cantar, y muchos empresarios, en su fuero interno, incluso ponen en entredicho la validez para el puesto de trabajo de un discapacitado.

Existen puestos y puestos, pero un discapacitado tiene un futuro laboral, tan bueno y válido como otro trabajador cualquiera. Por ejemplo, ¿puede un discapacitado con movilidad reducida que se encuentre en silla de ruedas desempeñar un trabajo de contable? Por supuesto, lo mismo que una persona con problemas de audición puede ser un perfecto operario de planta, fontanero o carpintero. 

Y aún así, la integración laboral de estos colectivos se realiza con cuentagotas. La legislación vigente, impone un cupo de plazas para discapacitados tanto en la administración pública como en las grandes empresas, pero la pyme sigue pasando de puntillas por estos contratos, dando la espalda a cualquier persona con alguna minusvalía cada vez que hay un proceso de selección.

A nivel económico, las ventajas que tiene la contratación de cualquier persona con un determinado grado de discapacidad son múltiples, lo mismo que los distintos contratos que se pueden ofrecer. Van desde indefinidos a temporales a tiempo parcial, y tdos ells, presentan un grado elevado de bonificaciones a las cotizaciones de la seguridad social, oscilando desde el 50% a la bonificación íntegra en cotizaciones para determinados casos.

Además, tenemos la posibilidad de obtener subvenciones por el establecimiento de contratos de trabajo con discapacitados que pueden llegar a los 12.000 € por trabajador. Si como última excusa, tenemos que adaptar nuestras instalaciones, o nuestros vehículos, tampoco la tenemos dado que también se subvencionan estas partidas por la creación de puestos de trabajo para personas con discapacidad. Aquí os dejo un resumen bastante amplio de las bonificaciones, subvenciones y tipos de contratos existentes en la actualidad.

De todo esto, sólo me queda una duda porque a la hora de realizar un proceso de selección, a los candidatos no le podemos preguntar si tienen alguna discapacidad reconocida o no, lo mismo que se supone que no puede ser requisito para la selección previa marcando condición de minusvalía en la oferta de trabajo, con lo que la búsqueda de candidatos que cumplan el perfil del puesto siendo minusválidos es complejo pero no imposible. Si se quiere contratar a un discapacitado, se puede... sólo falta voluntad para llevarlo a cabo. 

Más Información | discapnet.es

Imagen | Juan Castaño en Flickr

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