El Aprendiz: ¿se penaliza en exceso la honestidad?


Ayer comenzó la emisión de El Aprendiz. Este programa funciona en plan reallity-show para seleccionar a un ejecutivo dentro del grupo de empresas de Lluis Bassat, con sueldo de seis cifras, conviviendo todos los candidatos en la misma casa, al estilo de Gran Hermano pero con menos voces y teniendo que llevar a cabo una serie de pruebas empresariales para ir descartando a uno de los candidatos que pertenezca al grupo que no supere la prueba.

La prueba de ayer consistía en vender unos 500 kilos de encurtidos y ganaba el grupo que más beneficio sacara en la operación. Los dos grupos, divididos por sexos, (volveremos sobre esto) plantearon sus estrategias de venta, seleccionaron la zona donde iban a vender las aceitunas, fijaron los precios y se tiraron a la calle. Uno de los grupos se equivocó fijando el precio vendiendo por debajo de coste y se despidió al financiero que cometió el error.

Cada grupo tiene un lider, como máximo responsable de la coordinación y supervisión de los equipos de trabajo. Después de presentar los resultados, el chaval que cometió el error de cálculo en el precio de coste (me vais a perdonar pero es imperdonable) hizo un alarde de honestidad, reconoció la gravedad de error y se autonominó como candidato a ser despedido. Y lo fué.

Me quedó un regustillo amargo en estas circunstancias, porque vale que todos podemos y tenemos errores en el desempeño de nuestras labores, pero si tenemos un jefe ¿la responsabilidad en resultados también se delega? Comparto que no se puede mantener una persona que falla en puntos básicos como el comentado pero si tenemos un jefe de equipo, él ha cometido dos errores si cabe más graves.

El primero, delegar de manera incorrecta y el segundo y principal, no supervisar las tareas básicas, cierto pero más importantes dentro de cualquier proyecto que son el nivel de fijación de precios. Creo que hubiera sido más productivo despedir a ambos, y si las condiciones del programa no lo permiten, comenzar cortando cabezas. El primero que no puede equivocarse es el jefe y si lo hace en circunstancias extremas, es a quién hay que cortarle la cabeza.

Por cierto, en Twitter fue bastante divertido el seguimiento del programa, con comentarios bastante jugosos por muchos de los que participamos en su crítica dospuntocerista, junto con los comentarios en la plataforma Kakoe. ¿Creeis que la honestidad está penalizada en exceso?

En El Blog Salmón | El Aprendiz con Lluis Bassat
Vídeo | Youtube
En Pymes y Autónomos | Los diez errores de las empresas en crisis

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