Los gastos de suministros muestran todo lo que está mal en la fiscalidad del autónomo

Las deducciones a las que se tiene derecho como trabajador autónomo tienen una regla que implica que las cantidades que se tienen que deducir son afectas a nuestra actividad económica. Pero a veces esto no basta y se retuerce el espíritu de la ley para que no se puedan aplicar. Un ejemplo son los gastos de suministro que muestran todo lo que está mal en la fiscalidad del autónomo.

No es el único caso, podríamos hablar de las dietas de los autónomos, que en muchos casos han resultado inaplicables o los gastos del vehículo privado cuando lo utilizamos para nuestra actividad económica. Parece que sale más rentable, al menos fiscalmente, ir a visitar a un cliente en un taxi que en nuestro propio vehículo.

Pero me llama la atención el tema de los suministros de los autónomos que trabajan en casa por varios motivos. Por un lado, porque los diferentes partidos que legislaron esta cuestión cambian de opinión como una veleta en función del aire. Si estamos en la oposición, planteamos que se puedan deducir estos gastos y que por supuesto no es suficiente el porcentaje que nos deducimos. Si estamos en el Gobierno nos olvidamos del tema.

Tanto PSOE como PP han planteado enmiendas desde la oposición, pero olvidaron retomar el tema cuando estaban en el Gobierno. Al fin y al cabo son pocos los autónomos que trabajan desde su casa. Ya les tapamos la boca con una migajas, la deducción del 30% que es un porcentaje alto, pero que al final resulta de la parte afecta de la casa a la actividad económica, lo que deja prácticamente en nada dicha deducción.

Parece que ocurre lo mismo con las asociaciones de autónomos. O al menos algunas de ellas, que lanzan una campaña cuando a los autónomos que eventualmente tienen que trabajar desde casa no les permiten deducirse este gasto, pero parece que no es una prioridad mejorar la deducción para los que están todo el año trabajando desde casa que queda en el fondo del cajón de sus reivindicaciones. Y pagando sus conexiones a Internet, sus teléfonos móviles o su luz y climatización como campeones. Nuevamente fiscalmente sale más rentable irse a trabajar a un coworking que hacerlo desde casa.

La cuestión es que al autónomo siempre se le pone en duda. ¿Trabajas desde casa y necesitas Internet? ¿Pero no utilizarás la línea para tu uso privado? Estas connotaciones no se hacen para otros autónomos que tienen su domicilio fiscal en el negocio. Aquí no importa para que utilizas tu línea de datos, se asume que al 100% es deducible.

Al fin y al cabo hoy en día los autónomos están obligados a realizar muchos de los trámites, de sus obligaciones a través de la administración electrónica. Por un lado, te empujamos a gestionar de forma telemática, pero por otro no lo puedes hacer desde casa. Y todo el mundo mira hacia otro lado. Si yo puedo justificar que mi conexión de datos es imprescindible para mi actividad debería poder aplicar la deducción de la misma. No hay voluntad por ninguna de las partes de que así sea.

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