Rebus sic stantibus: por el poder de Grayskull

“Rebus sic stantibus” proviene del … y se traduce como “estando así las cosas”. Esta clausula viene a significar que los pactos establecidos en un contrato lo son habida cuenta de las circunstancias concurrentes en el momento de su celebración, esto es, que cualquier alteración sustancial de las mismas puede dar lugar a la modificación de aquellas estipulaciones.

Si hace falta os lo traduzco con más claridad:

es que yo no quería

Tal vez ésta, pase a ser la excusa jurídica por excelencia de inversores que se han excedido en sus decisiones o que simplemente no han contado con más escenarios posibles que el de “ganar dinero”. El único inconveniente es que los requisitos para su aplicación son bastante estrictos. Menos mal, porque si no fuera así la seguridad jurídica se iría al traste, y con ella los negocios, esta web, y el post que estáis leyendo.

Los requisitos para su aplicación de acuerdo con la jurisprudencia son:

  • Una alteración extraordinaria de las circunstancias al momento de cumplir el contrato, con relación a las concurrentes al tiempo de su alteración.
  • Desproporción exorbitante entre las prestaciones de las partes contratantes y derrumbe del contrato por aniquilamiento de las prestaciones.
  • Que todo ello acontezca por la supervivencia de circunstancias radicalmente imprevisibles.
  • Que se carezca de otro medio para remediar y salvar el perjuicio.

En esta vida hay que ser consecuente, y cualquier excusa no puede ser buena si un negocio no ha salido como se quería. De los errores, hay que aprender y sobreponerse, no ahuecar el ala, buscar un abogado e intentar eludir aquellas obligaciones que entendíamos como inversiones, y que han pasado a ser cargas. En caso contrario cualquiera puede emprender y ser emprendedor. Si el riesgo no forma parte de la empresa, apaga y vámonos.

Que cambien las cosas no está mal, lo malo es querer cambiarlas cuando ya se han pactado a conciencia, haciendo valer jurídicamente una ignorancia inexistente, que nada tiene que ver con el desconocimiento y lo súbito. Se pìerde tiempo, dinero, y la causa. Los caballeros de edad media se desvanecen en tiempos de crisis. De la Edad Media ya no quedan.

Eso de querer regularizar un precio previamente concertado porque estamos inmersos en una crisis no es de cajón si el principal objetivo fue la especulación. Es como querer arreglar algo racional por el poder de Grayskull. Si el destino previsible de la compra o el alquiler fue utilizar lo adquirido en actividades productivas, no digo yo que su llamamiento e invocación sean una justa huida, sobretodo en el segundo caso.

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