La utilidad de los cursos de formación

En los últimos meses he participado en varias actividades de formación, desde ambos lados del pupitre, como alumno y como formador. Cuando estaba del lado de la pizarra, de profesor, me ha llamado la atención la actitud tan pasota de algunos alumnos hacia la materia que se estaba impartiendo, como si vieran que eso no tenía ninguna utilidad para ellos y si sólo quisieran el diploma justificativo de las horas que allí habían pasado.

Cuando estaba al otro lado, como alumno, sentí algo similar, como si algunos de mis compañeros no tuvieran el más mínimo interés por aprender o fueran obligados a clase. Viendo esto, me da la sensación de que algo falla y se me vienen algunas preguntas a la cabeza ¿Para qué asiste esta gente a los cursos de formación? ¿Es adecuado el sistema que utilizamos en nuestro país? Si hay gente con poco interés en clase, que no sigue al profesor ni participa, normalmente suelen ser un problema para el grupo, provocando que otros alumnos se pierdan. Me parece que en todos los cursos de formación hay alguna oveja negra de estas, que acaba despistando bastante al personal. Creo que el sistema actual de cursos gratuitos no es el adecuado, me refiero a esos que van con cargo a los fondos que aportamos todos los meses para formación. Como no pagamos nada por inscribirnos, parece que no pasa nada si faltamos unas horas, si no participamos o si nos lo tomamos de cahondeo ¿No sería mejor que se tuviera que aportar una fianza a devolver al finalizar el curso si se han cumplido las condiciones? Eso de que se quede gente fuera y que haya otros que se apuntan y luego pasan, no tiene mucho sentido desde mi punto de vista. Normalmente, cuando nos tocan el bolsillo, solemos estar más despiertos, por eso apunto una solución de este tipo.

Por otra parte, el sistema de gestión de la formación que siguen muchas empresas creo que deja mucho que desear. Muchas envían a sus trabajadores a cursos por aquello de cumplir con el requisito de dar formación a la gente. Es típico que el responsable de formación (normalmente desde el área de recursos humanos) solicite una lista de cursos a un centro de enseñanza, a ser posible gratuitos (con cargo a fondos de formación...) o subvencionados y que la gente se apunte a lo que le interese. Pero, lo que le interesa a las personas ¿Es lo que la empresa necesita que aprenda? O visto al revés: Lo que la empresa necesita que aprenda ¿Le interesa al trabajador?

Creo que la cosa va más por el camino de la actitud, tanto de la empresa, como del trabajador. A la empresa le interesa que el trabajador esté formado, para tener mejores profesionales, retener a sus empleados (porque estarán más satisfechos) y conseguir mejores resultados. Al trabajador, obviamente, la formación le permite ser mejor, gracias al conocimiento adquirido, a la red de contactos que se crea y al ampliar su curriculum personal. A pesar de que ambas partes ganan, por lo que he visto, creo que todavía hay muchas empresas que no tienen claro que la formación a los trabajadores es una gran inversión. Me refiero a la formación de verdad, de calidad, no tanto en cantidad.

La buena formación cuesta dinero, aunque no siempre, ya que se puede gestionar desde dentro, aprovechando a la gente de nuestro propia plantilla como formadores. También hay formación que cuesta mucho dinero, pero que no vale para nada. Hay buenos cursos gratuitos, con cargo a fondos de formación, pero no se trata de que cada empleado hagan 40 al año, sino de que hagan los que sean importantes de verdad y que pueda asimilar en su trabajo diario ¿Merece la pena enviar a un trabajador a un curso de algo que no le va a servir para nada? Yo creo que para lo único que sirve es para desmotivarle.

Foto | Enrique Dans en Flickr

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