Los mejores ejemplos de motivación o superación no siempre se encuentran en las charlas que algunos expertos imparten por unos precios astronómicos.
Basta con ser un poco observador y practicar la empatía para descubrir a profesionales que nos sirven de ejemplo o inspiración para afrontar nuestra situación laboral de la mejor forma.
Ante un contexto gris, adelante
La forma más fácil de enfrentarse a la vida es la queja. Todos tenemos derecho a lamentarnos: bajo sueldo, un trabajo que no nos llena, falta de reconocimiento por parte de un superior...
Estar motivado es una cuestión de actitud. Todos los días coincidimos con profesionales que muestran su mejor cara y por lo tanto, generan un clima laboral agradable.
Y tienen razones para lamentarse: cargas familiares, gastos, pero a pesar de lo negativo de su entorno, prefieren seguir adelante con una actitud positiva realista.
¿Y si nos llevamos bien?
En la mayoría de los trabajos los compañeros están ahí. Procuremos dedicar algo de tiempo a conocer a nuestros compañeros, algo muy obvio es saber sus nombres. Tengamos en cuenta que pasamos muchas horas con ellos.
Cuanto más sepamos de ellos, descubriremos si tenemos gustos y valores similares a los nuestros. Con ello, mejoraremos el entorno laboral y la dinámica de grupo.
Valorar la consecución de nuestros objetivos
Premiar un buen trabajo, una buena jornada no es un tema baladí. En ocasiones cometeremos errores y nos fustigamos por ello, pero cuando las cosas salen bien ¿por qué no premiarnos y recompensar nuestro esfuerzo? Darse un capricho ayudará a reforzar los éxitos.
Y a nuestra autoestima. Saber desconectar del trabajo y dedicarnos tiempo a nosotros es una inversión. Hay personas que consideran que trabajar las veinticuatro horas del día las convierte en más productivas en superiores. A la larga, se queman y su productividad disminuye.
En Pymes y Autónomos|Causas de la desmotivación
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