Más vale lo malo conocido: cuando los trabajadores dudan si cambiar de empresa
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Más vale lo malo conocido: cuando los trabajadores dudan si cambiar de empresa

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Cuando nos surge la oportunidad de cambiar de empleo se plantean diferentes escenarios. Lo habitual es que la oferta que se ha recibido tenga alguna mejora sustancial sobre las condiciones que ya existen. Pero en todo caso es normal que siempre surjan dudas y se argumente aquello de más vale lo malo conocido.

En el fondo siempre hay algo de miedo al cambio. A no ser que sea una situación ya insoportable, las personas se sienten más seguras en un entorno conocido. Ya saben lo que pueden esperar de su empresa, pero también de sus compañeros, el ritmo de trabajo, etc. En definitiva se ha acomodado a su puesto, y aunque sepa que no va a mejorar, también sabe que no irá a peor.

Las mayores dudas surgen cuando no estamos a gusto en la empresa, no nos sentimos valorados, etc. Y surge la oportunidad de un nuevo proyecto que nos ilusiona. Esperamos que el cambio sea a mejor, pero también existe alguna posibilidad de ir a peor. Es una cuestión de valorar las condiciones que nos ofrece la competencia. Por eso muchos empleados lo que les gustaría es que en su propia empresa les mejorasen las condiciones, igualando como minimo la oferta de la competencia.

Además llega la hora de hacer balance de lo que nos ofrece nuestro trabajo. Es aquí donde en lugar de poner el acento en los aspectos más negativos, nos centramos en los positivos. Horarios, cercanía al trabajo, facilidades para conciliar, son sólo algunos de los que nos pueden ayudar a tomar la decisión y quedarnos como estamos en lugar de ir a la competencia.

Y aquí surge la duda de si trasladar o no la oferta que tenemos para que nos igualen. Si lo conseguimos hemos triunfado, pero en caso de que no lo hagan nuestra situación en la empresa queda tan debilitada que casi no nos queda más remedio que irse. Es casi como una apuesta que tenemos que saber jugar, pero que también nos puede dejar con un pie fuera.

Lo malo es que si no lo hacemos, a la primera vez que surja un problema nos quedaríamos con la duda de si hubieramos hecho mejor marchándonos o si al menos habríamos conseguido mejores condiciones que nos compensara de alguna manera el no haber creído en nosotros mismos para dar el salto a una nueva aventura laboral.

En Pymes y Autónomos | Cómo salir por la puerta grande y cambiar de empresa

Imagen | Ramdlon

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