Despedido por hacer 100 rutas de montaña mientras estaba de baja y publicarlas en un libro
Legalidad

Despedido por hacer 100 rutas de montaña mientras estaba de baja y publicarlas en un libro

Hay ocasiones en las que las empresas sospechan que un empleado que ha sufrido una baja médica, ya sea un accidente, laboral o fuera del trabajo o una enfermedad común puede estar exagerando sus dolencias. A veces incluso llegan a contratar a detectives privados para investigar a estos empleados.  En el siguiente caso ni siquiera hizo falta, ya que este trabajador fue despedido por hacer 100 rutas de montaña mientras estaba de baja y publicarlas en un libro.

La baja médica se produjo por un accidente de tráfico, fuera del ámbito laboral, con resultado de diferentes lesiones, siendo diagnosticado de cervicalgia y lumbalgia que le impedían acudir a su puesto de trabajo y realizar sus tareas con normalidad. Ahora, la Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia dictada en su día por el Juzgado nº 6  de lo Social de Zaragoza.

Cuando el trabajador exagera la dolencia que tiene

Hay enfermedades o dolencias que son complicadas de diagnosticar. En los accidentes de tráfico el conocido como latigazo cervical o los dolores de espalda derivados del golpe son habituales. La baja se prolongó más de un año y medio y pasó los correspondientes exámenes médicos para comprobar su evolución.

Hasta aquí puede parecer algo de lo más cotidiano, pero es que durante este periodo de tiempo, este empleado aquejado de dolencias cervicales y lumbalgia publicó un libro en el que recogía más de 100 rutas de montaña, de diferente dificultad, desde las más básicas de unos pocos kilómetros y desnivel a las más avanzadas.

Además de diversas dolencias físicas, el trabajador fue diagnosticados de otros trastornos depresivos, pero que no eran, ni habían sido motivo de baja

Además en estas revisiones se diagnóstico trastorno ansiosodepresivo reactivo intenso, con rasgos de personalidad de tipo obsesivo, con clínica ansioso- depresiva que persiste y va mejorando lentamente, y además, cervico-dosalgia mecánica. El informe de valoración médica señala que tras el tratamiento existe una mejoría muy significativa.

La empresa alega como motivo para un despido procedente una transgresión de la buena fe contractual y que han supuesto una simulación del alcance de las dolencias. Además alegaba que en este caso la realización de tal actividad de montaña perjudicaba su recuperación física.

Adiós a la indemnización por despido al ser procedente

Como parece lógico expone que si podía realizar estas rutas de montaña también podía acudir a su puesto de trabajo. El Tribunal ha confirmado la sentencia desestimando las alegaciones y unificación de sentencias puesto que las comparaciones con otras sentencias alegadas por el trabajador despedido no son aplicables en este caso.

El problema fundamental es que en este caso la actividad que desarrollaba estando de baja en lugar de ayudar a su recuperación, la perjudicaba. Hay diferentes casos de bajas por depresión o estrés, donde una de las recomendaciones de los médicos para la recuperación es la realización de diferentes actividades físicas o viajes. En este caso, la actividad de rutas de montaña era contraproducente.

La disputa fundamental de la procedencia o no de este despido tiene que ver con la indemnización correspondiente. Al ser declarado procedente, el trabajador pierde su derecho a indemnización, finalizando su relación laboral con el correspondiente finiquito. Y no hablamos de las mismas cantidades lógicamente. 

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