Los miembros del Gobierno se han convertido en auténticos expertos en utilizar eufemismos para describir coyunturas económicas desfavorables. Cuando la crisis empezaba a dar sus primeros coletazos, el anterior Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se negaba a utilizar la palabra crisis, describiendo la situación económica como una desaceleración; más recientemente, Rajoy se negó por activa y por pasiva a utilizar la palabra rescate por mucho que se lo pidieran el resto de miembros en el Parlamento, utilizando en su lugar, entre otras, línea de crédito en condiciones ventajosas.
El último que se ha sumado a esta moda ha sido el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro que ha declarado que los salarios no están cayendo, sino que están moderando su crecimiento. Sin embargo, en este caso, la situación es más grave, puesto que Montoro no es que haya utilizado un eufemismo sino que, directamente, ha utilizado datos erróneos.
Y es que, si echamos un vistazo a la última Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL), vemos que las palabras de Montoro se contradicen con los datos oficiales del INE, que ha cifrado la evolución del coste salarial por trabajador y mes en un -0,6% entre Abril y Junio. Por tanto, no es cierto que los salarios estén moderando su crecimiento, sino más bien están moderando su caída.
Hay que tener en cuenta que el coste salarial incluye no solo el salario base del trabajador, sino otros conceptos como complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados, todo ello medido en términos brutos. No obstante, eliminando el factor variable del cálculo salarial, de cuyo cálculo se obtiene el coste salarial ordinario, la evolución es también negativa (-0,2%).
Pero entonces, ¿por qué Montoro piensa que los salarios moderan su crecimiento? Al parecer, las estadísticas utilizadas por el Ministro de Hacienda no son las calculadas por el INE, sino las del registro de convenios del Ministerio de Empleo, en el que hasta septiembre se observa un incremento de los sueldos del 0,56%. El problema es que estos datos se refieren a un conjunto limitado de la población asalariada, en concreto el 27%, además de no incluir en su cálculo los impactos que sobre los salarios han tenido los 1.848 incumplimientos de convenios.
Por tanto, las estadísticas oficiales contradicen las palabras de Montoro. La devaluación interna sigue siendo un hecho y, en mayor o menor medida, el ajuste se sigue produciendo desde el punto de vista de los salarios aunque, en esta ocasión, según el INE, están moderando su caída (y no su crecimiento).
En Pymes y Autónomos | Devaluación fiscal y cambio del modelo de Seguridad Social Imagen | Instituto Nacional de Estadística