WhatsApp da un gran paso para convertirse en la mejor carta de restaurante y en catálogo de compra de comercios
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WhatsApp da un gran paso para convertirse en la mejor carta de restaurante y en catálogo de compra de comercios

Si hace poco explicamos cómo crear el catálogo de tu negocio en WhatsApp para poder compartirlo con tus clientes hoy han puesto en marcha una nueva característica que les lleva a la siguiente fase. Es un cambio pequeño, pero de gran importancia con el que Whatsapp da un gran paso para convertirse en la mejor carta de restaurante y en catálogo de compra de comercios.

Se trata de las Colecciones, una fórmula que va a permitir organizar mucho mejor el catálogo de artículos que hemos creado en diferentes categorías. Ya está disponible en las aplicaciones móviles, aunque todavía no se puede utilizar en la versión web.

Whatsapp Catalogo

Basta entrar en la aplicación móvil, ir a los tres puntos arriba a la izquierda que abren el menú, ir a herramientas de la empresa y abrir Catálogo. Automáticamente aparecerá la opción de Añadir Colección. Cómo ocurre con los artículos tiene que ser validada por WhatsApp y al cabo de unos minutos lo tenemos disponible.

Cómo las colecciones convierten el catálogo de WhatsApp en una navaja suiza digital para muchos negocios

De esta forma una tienda de ropa organizaría sus artículos según sean para hombre o mujer, pantalones, camisas, etc. El cliente puede ir recogiendo y probando productos en la tienda física para luego saber cuanto le va a costar en caja, o incluso enviar el carrito a la propia tienda y de esta manera agilizar mucho el pago.

Otro ejemplo muy común, el bar pequeño que en lugar de ofrecer un QR que les lleva a descargar un PDF con la carta, se organiza su propia carta de productos en WhatsApp, con fotos, descripción, enlaces a recetas, por ejemplo, y construye una carta mucho más atractiva que un PDF estático.

Catalogo Coleciones

Las colecciones permitirían estructurar toda la información de forma mucho más coherente y fácil de encontrar por parte de sus clientes, de la misma forma en la que ya están acostumbrados a visualizarla. Tanto si se utiliza para comprar en una tienda online como para seleccionar los productos que podemos comprar en una tienda física será de gran utilidad.

Otro ejemplo, si quiero comprar en la frutería de mi barrio, en la que mi frutero ya me conoce y sabe como me gusta la verdura o cómo le pido siempre los aguacates de maduros, es muy fácil enlazar con el catálogo, seleccionar los productos, añadirlos a carrito y que los tengan preparados para cuando llegamos del trabajo solo tengamos que pagar.

¿Qué puntos débiles puede tener esta herramienta?

Tal y como yo lo veo puede ser una buena alternativa para los negocios que están menos digitalizados, que utilizan una caja registradora de toda la vida. Una herramienta que saben utilizar, que tiene una curva de aprendizaje muy baja y a la que le pueden sacar mucho partido.

¿Podemos pedir cuando estamos en la playa que nos preparen bebidas y comidas en el chiringuito y pasar a recogerlos sin tener que hacer cola? Seguro que para muchos puede ser una alternativa. En un bar también podríamos pedir directamente desde la mesa al local sin tener que esperar a que venga el camarero a tomar la comanda.

Puede ser un paso adelante para los negocios más analógicos, pero no una buena solución para los que ya manejan su propio catálogo digital

El inconveniente, no tenemos control sobre lo que nos piden. Es decir, cualquiera que tenga acceso al catálogo podría hacer el pedido, así que si no cerramos el pago, nos pueden hacer pedidos que luego no sean reales o que nunca pasen a recoger.

Por otro lado, faltarían subcategorías para que se organizara mucho mejor la información. Un ejemplo, un restaurante puede tener una catálogo de vinos amplio, no solo blancos, tintos o rosados, sino tenerlos organizados por denominación de origen, país, servirlos en botella o por copas, etc. Se necesita más flexibilidad para organizar bien la información.

Pero para mi lo más importante es que los negocios que ya trabajan de forma digital, que tienen su almacén, los bares que ya tienen montada su carta, tendrán que volver a meter la información y hacer dos veces lo mismo.

¿Hasta que punto es productivo? Pensemos que una tienda de ropa cambia de colección al menos dos o tres veces al año, un bar cambia precios, incorpora nuevos productos, hace cambios en el menú cada día y tener que hacerlo dos veces es a la larga bastante tedioso. Y en su aplicación de gestión lo tienen que hacer, porque al fin y al cabo es con la que facturan.

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