El proceso de cubrir bajas o incorporar a nuevos miembros del equipo no es algo sencillo. La realidad es que hay muchas cosas que se pierden, que no se ven en el currículo que está encima de nuestra mesa. Y la entrevista tiene un problema, solo nos evalúa una persona. Al fin y al cabo el candidato se incorporará a un equipo, entonces, ¿por qué no dejar que los empleados tengan voz y voto?
Puede parecer disparatado, pero es algo que tiene mucho sentido y que ya se está aplicando en algunas empresas. No se trata de que la voz de los empleados que trabajarán codo con codo con este candidato sea la predominante, pero si que formen parte del proceso de selección, que atraigan al candidato, veamos como funciona como parte del grupo y si existe o no feeling entre ellos.
Si lo pensamos bien en muchas empresas se hace algo parecido, puesto que son los propios empleados los primeros a los que se pregunta cuando hay una vacante si conocen a alguien. Pero esto se puede ampliar, para tener una lista de candidatos que puedan trabajar con nosotros no solo cuando tenemos una vacante, sino que si en algún momento se dan las circunstancias adecuadas se pueda incorporar.
Para el nuevo empleado, haber tenido contacto previo con el equipo, ser conocido o amigo de uno de ellos, etc. le facilita mucho el periodo de adaptación. Esto es algo bueno para la empresa, ya que alcanza su máximo de productividad mucho antes. Además está claro que va a tener un mentor dentro del equipo que se volcará para que se adapte lo antes posible.
Por último, si existen varios candidatos escuchar la opinión del equipo es algo que nos ayuda a evitar sesgos que se pueden producir en una entrevista individual. Puede que evaluemos bien las características de este trabajador, pero en ocasiones se nos escapa qué puede aportar al equipo o cómo lo reforzaría en caso de incorporarse. A veces no necesitamos al mejor, simplemente a alguien con habilidades en un campo donde el resto están más flojos.
Imagen | Pixabay