Para poder sentirnos bien con nosotros mismos y orgullosos de nuestro desempeño, todos queremos sentir que lo que hacemos todos los días es importante.
Pero cuando tienes que atender reuniones o tareas tediosas e infinitas, tal vez promovidas por ese tipo de jefe que no para de mostrar su inspiración y, al mismo tiempo, con una lista de tareas que no para de crecer, es difícil encontrar el sentido de tu trabajo.
Afortunadamente, un breve momento de reflexión puede ayudar a aumentar su rendimiento y capacidad de recuperación. Para que este ejercicio resulte productivo, hazte preguntas que te ayuden a ver el panorama general.
De hecho si estás acometiendo una tediosa e interminable hoja de cálculo, no debes olvidar que tu trabajo ayudará a tomar mejores decisiones financieras a a la organización.
Del mismo modo, si lo que haces no te motiva, pregúntate qué aspiración más grande o qué valor te aporta valor a tí y a la organización la tareas que estás realizando.
Encontrar un objetivo significativo puede ayudarte a superar una tarea que, aparentemente carezca de sentido, dotándola de un sentido de propósito.
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