El desencanto de un sector puede ser un viral

El desencanto de un sector puede ser un viral
Sin comentarios

La carta publicada por Eduardo Salles, Vicepresidente Creativo de una agencia de publicidad hasta hace unas semanas, se ha convertido en un viral. Una denuncia contra el anquilosamiento que se vive en el gremio de los publicistas.

Él denuncia la existencia de agencias de publicidad que están muertas. Que viven en el pasado. Que no ofrecen la oportunidad de innovar a sus trabajadores. En resumen: que detestan todo lo que huela a creativo, lo cual es una contradicción.

En "Hasta luego publicidad, gracias por el pescado", el ya ex publicista, expone sus razones para dejar su puesto de trabajo, harto de no poder dedicarse a algo tan sencillo como pensar en nuevas ideas para mejorar.

En todos los trabajos se podría aumentar el rendimiento de los empleados, la mejora del producto o servicio...,pero para ello se requiere tiempo.

Podemos pasar horas y más horas en la empresa por puro presentismo, pero el dedicar un tiempo a bajar las persianas y pensar: ¿Qué podemos hacer para ser mejores? se ve como una locura.

Pensar. Hacer las cosas de otra forma. Cambiar. Así de sencillo, así de difícil. Tal vez este señor sea un privilegiado porque no todo el mundo se puede permitir un año sabático cuando apenas se sobrevive cada mes con sueldos precarios, pero sí forma parte de una élite que decide dar un paso al frente, y es que para ser diferentes y mejores hay que salir ahí fuera.

Ya no se trata de saber qué hace la competencia, sino qué hacen las personas que forman parte de tu público objetivo. Se trata de vivir, lo cual hoy es un lujo cuando más que nunca se invierten horas y horas en trabajos que en la mayoría de las ocasiones no dan como resultado un beneficio excelente. Nos limitamos a sobrevivir.

Tal vez, la postura del ex publicista sea eso: una mera postura para dar a conocer aún más su nombre y forjar a su alrededor un aura de gurú quemado por la profesión que decide salir de esa burbuja que le ha pagado su sueldo cada mes. Tal vez sólo sea el nuevo Frédéric Beigbder que con su libro "13,99 euros" mostraba que el mundo de la publicidad es un lugar oscuro y por eso huyó: con libro y película incluida, por supuesto.

En todo caso, la idea que se salva de toda su queja es la de buscar nuevas ideas para incorporar a la empresa, sea ésta una agencia de publicidad o una fábrica de muñecas. La creatividad necesita su espacio y sus horas, como la buena cocina.

En Pymes y Autónomos|La creatividad en la empresa no siempre es pretendida,Cómo identificar a los perfiles creativos

Imagen|Gallo Real

Temas
Comentarios cerrados
Inicio