Encontrar una oportunidad de negocio es el paradigma de cualquier emprendedor. Dar con la idea adecuada sobre la que basar una iniciativa empresarial que sea rentable y nos permita crear una estructura económica permanente es lo que persiguen la inmensa mayoría de las personas que optan por empezar un negocio, pero ¿dónde podemos encontrar nuevas oportunidades de negocio?
Son varios los puntos en los que podemos fijarnos a la hora de detectar ese hueco en el mercado en el que poder posicionarnos y crecer. Lógicamente el éxito no depende en exclusiva de detectar esa oportunidad si no en saber aprovecharla, pero empezar acertando en la base del negocio es un gran primer paso.
El primer vivero de oportunidades lo tenemos en el cambio constante de usos, costumbres y gustos de los consumidores. Los mercados cambian constantemente, las modas, las tendencias,... Los potenciales clientes modifican sus preferencias muy rápidamente y ahí tenemos un vivero de oportunidades, hay que estar en constante observación para poder detectarlas.
Otro factor a tener en cuenta y que nos puede ofrecer muchas oportunidades son los avances tecnológicos. En este campo también se producen cambios constantes y muy rápidos por lo que adaptar sistemas ya existentes a las nuevas tecnologías o implantar éstas también suponen una oportunidad de negocio.
El tercer factor que puede ser clave es el análisis de la competencia. Muchas oportunidades pueden surgir de fracasos de otros que no han podido o sabido sacar adelante una buena idea o de los errores que otras empresas cometen a la hora de desarrollar su negocio. Intentar satisfacer a los clientes descontentos de otros puede ser un buen principio.
Y, por supuesto, las oportunidades también surgen de la capacidad de innovación. Hacer las cosas que funcionan de una manera diferente también supone una oportunidad, mejorar o cambiar lo que ya existe, pensando siempre en mejorar la experiencia del cliente, es abrir una puerta por la que colarse en la lucha por conquistar el mercado.
Por supuesto aprovechar estas oportunidades implica un proceso de mejora continua. De poco sirve detectar las oportunidades y basar un negocio en éstas si luego podemos ser víctimas de estas mismas estrategias.
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