Cansados de los mensajes manidos sobre los emprendedores

Cansados de los mensajes manidos sobre los emprendedores
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No podemos estar cansados de escuchar la palabra emprendedor, pero sí de mensajes manidos sobre ellos. Hace unos días, el compañero Míster Empresa se preguntaba cómo en un país como el nuestro, en el que aún queda mucho por hacer para que se valore a los que arriesgan para poner en marcha una iniciativa empresarial, podíamos estar hasta las narices del debate sobre esos ‘salvadores’. Yo creo que sí que podemos estar un poco saturados, pero no del concepto en sí, sino de esos lemas peligrosos sobre el emprendimiento, sobre lo sencillo que es cumplir tus sueños, sobre lo accesible que es hoy montar un negocio con éxito o sobre la magnífica labor que hacen frente al resto inmovilista y conformista.

Es cierto que vivimos en una sociedad en la que el riesgo para iniciar una ‘aventura’ empresarial es rechazado desde la más tierna infancia, en la que el fracaso es un estigma difícil de llevar, en la que falta iniciativa y liderazgo. De eso no hay la menor duda. Pero, sí que he escuchado muchas voces con autoridad moral tras años de bregar y de levantarse tras muchas caídas, rechazar el manido concepto del emprendedor. El concepto vacío, sin estar acompañado de medidas, de apoyo real y útil.

Es un problema de saturación, de vender algo que no se sostiene cuando se escarba sólo un poco y se descubre que, en muchas ocasiones, es sólo cáscara. Las administraciones, esas que se han demostrado incapaces de plantear iniciativas que consigan crear empleo o, al menos, alimentar expectativas y esperanzas, han echado el balón al tejado de los demás, de esos ‘salvadores’ llamados emprendedores que han de sacar las castañas del fuego con su creatividad, su riesgo y su buen hacer. Un riesgo, una creatividad y un buen hacer que ni es promovido, ni es apoyado y ni es valorado en la práctica.

Mientras las administraciones lanzan ese mensaje, que implica el éxito fácil o, al menos una visión deformada de la realidad, con el que se sacuden, en gran medida, su responsabilidad en esta crisis, algunos de esos ‘salvadores’ no dejan de ponerse medallas. De ese mensaje es del que algunos estamos un poco cansados. De ese concepto vacuo y superficial de emprendedor, a través del cual unos tratan de venderse como ‘salvadores’ de la sociedad y otros buscan trasladar la responsabilidad de salir de esta crisis sin mostrar apoyo real.

Por supuesto que en este país hay un déficit enorme de iniciativa empresarial, de educación emprendedora, de cultura del esfuerzo y el sacrificio. Pero también es cierto que se utiliza con cierta frivolidad este concepto de emprendedor, algo de lo que sí podemos estar hasta las narices.

En Pymes y Autónomos | ¿Hasta las narices de los emprendedores? Así nos va, Emprender sin cobrar, Emprendedores Imagen | Fotero

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