Apostar por la empatía

Apostar por la empatía
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Tanto en el ámbito personal como profesional siempre tenemos en mente la empatía, a excepción de cuando la necesitamos, que por regla general es en las situaciones más críticas, que es cuando se nos olvida hacer uso de ella.

En la actividad profesional las consecuencias de esta actitud pueden resultar desastrosas para nuestros intereses, ya que los resultados que se pueden obtener en negociaciones tensas al final pueden resultar muy dispares de los objetivos iniciales previstos si no utilizamos convenientemente la empatía.

En este tipo de situaciones lo más usual es acabar envuelto en lo que uno necesita o pretende obviando el resto del entorno. Al final, si uno está frustrado muestra su frustración; si está enojado, acaba por mostrar su enojo, etc.

Aunque es fácil decirlo, y sea lo que menos apetezca en ese momento, la reacción ideal es preguntarse qué le está pasando a nuestro interlocutor. Conocer las necesidades de los otros nos permite, por un lado, definir las barreras que nos separan, por otro, evitar emociones improductivas y encontrar las vías para poder ayudar a tus empleados y compañeros. De este modo, es más probable encontrar los medios para que las respectivas necesidades puedan ser satisfechas.

Vía | HBR Imagen | Pierre Phaneuf En Pymes y Autónomos | Negociación

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