Sistema operativo dual: Windows y Linux instalados en un equipo (I)

Sistema operativo dual: Windows y Linux instalados en un equipo (I)
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Si alguno está pensando en instalar Linux en los equipos de su empresa, pero no está seguro de que problemas puede ocasionarle en un entorno profesional debéis saber que ambos sistemas operativos pueden coexistir. Tendremos entonces un sistema operativo dual: Windows y Linux instalados en un equipo. ¿Cuál es la ventaja de tener ambos sistemas operativos instalados en un equipo corporativo? Vamos a tratar de analizarlo y revisar cuales son los puntos fuertes y débiles de este sistema.

En primer lugar siempre tendremos que arrancar por un sistema por defecto, es decir, si llegamos a nuestro ordenador pulsamos el botón de encendido y vamos a dejar la chaqueta, cuando volvamos habrá arrancado por uno de los dos, Windows o Linux ya que es configurable. Lo habitual es elegir como predeterminado el sistema que más vayamos a usar.

Vamos a tratar de analizar las ventajas que nos ofrece un sistema dual como éste en la empresa.

  • Podremos dejar de preocuparnos por que un virus ataque nuestro sistema. Linux tiene un porcentaje tan bajo de ataques de virus que no se instalan antivirus.
  • Las distribuciones de Linux instalan un paquete de programas de software de propósito general adecuadas para la mayoría de las tareas que se desarrollan en la pyme. Con la instalación del sistema operativo también tenemos instalados ya los programas.
  • Tendremos una transición suave entre ambos sistemas operativos. Si una tarea necesitamos ejecutarla en uno de los dos sistemas operativos con reiniciar nos bastará. No perdemos funcionalidades, sino que ganamos funcionalidad con ambos sistemas instalados.
  • Acceso a los datos desde ambos sistemas operativos. No importa en que sistema estemos trabajando, lo adecuado es tener una única partición con los datos que será accesible tanto desde Windows como desde Linux.

Todas estas consideraciones están destinadas a rebajar la tensión que supone un cambio de sistema operativo en una empresa. Por lo general, acabaremos trabajando mayoritariamente con uno de los dos sistemas operativos, dejando el otro como reserva o sistema de respaldo, ya sea Windows o Linux, y así tenemos la espalda bien cubierta a la hora de un fallo inesperado e incluso mejoraremos las prestaciones de nuestro puesto dependiendo de los sistemas instalados.

Esta última consideración conviene precisarla. Yo no he observado notables diferencias de rendimiento entre las distribuciones de Linux y Windows Xp. En el mismo equipo ambos sistemas instalados rinden por lo general bien, aunque con una ligera mejoría a favor de Linux. Cuando la comparación se establece con Windows Vista el rendimiento si que es mucho mejor con un distribución de Linux. Por lo general las distribuciones de Linux son menos exigentes en lo referente a los requisitos mínimos de hardware que las de Windows, e incluso encontraremos algunas especialmente adaptadas para equipos con pocos recursos.

Por lo tanto y para resumir yo optaría por instalar ambos sistemas en equipos de propósito general o para aquellas empresas que directamente operan con software en la nube. En estos casos, la ganancia de rendimiento y seguridad, la facilidad para la instalación de programas así como la posibilidad de adquirir equipos más baratos justifican y aconsejan la instalación de los dos sistemas operativos.

En empresas con software más específico adaptado a sus necesidades el cambio de sistema se plantea un poco más complicado y la dualidad de sistemas puede utilizarse como rescate en caso de problemas. Para realizar un cambio de este tipo conviene realizar un test con todas las aplicaciones necesarias para el funcionamiento de la empresa en un equipo de pruebas y comprobar que todo nos funciona correctamente con Linux antes de implementar ambos sistemas.

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