Hablamos de equipos que últimamente han conseguido un hueco en el mercado y cada marca está sacando su propuesta. Son equipos de dimensiones reducidas y prestaciones básicas pero que pueden cumplir con el 90% de los trabajos que se ejecutan en las pymes. Los ordenadores compactos son una buena opción para las pymes. Además por lo general se mueven en un segmento de precios muy atractivo.
Respecto a la potencia que nos ofrecen, los primeros equipos de estas características aparecieron en el mercado con procesadores Intel Atom de bajo consumo y que movían perfectamente Windows XP y realizaban tareas ofimáticas sin ningún tipo de problema. En el aspecto gráfico estaban un poco más limitados, pero la mayoría de los puestos informáticos en las pymes no requieren de una alta potencia gráfica.
Su tamaño es muy reducido, aproximadamente del tamaño de un libro. Esta opción es muy buena cuando hay poco espacio para colocar el ordenador. Además, la mayoría de los equipos de estas características adoptan el estándar VESA que permite su colocación acoplada a la parte trasera de los monitores de pantalla plana. Esto permite una limpieza en la instalación y una reducción del cableado, mejorando con ello la imagen de nuestra empresa.
Las prestaciones que nos vienen ofreciendo son muy cercanas a lo que nos ofrecen equipos de bajo coste para las pymes. Discos duros de 160 GB, 1 GB de memoria es lo mínimo que nos ofrecen. Después según van aumentando prestaciones, también lo van haciendo los precios. La mayoría de los equipos venían ofreciendo Windows XP pero aprovechando el desarrollo de las nuevas plataformas y procesadores algunos ya incorporarán Windows 7.
Como inconvenientes respecto a un ordenador tradicional estos ordenadores cuentan con menores posibilidades de ampliación, y por lo general, nos saldrá un poco más cara puesto que utilizan componentes de portátiles que suelen ser más caros que los de ordenadores tradicionales. Aunque no es el caso del equipo de la imagen, la mayoría de ellos no incorporan lector de DVD, lo cual siempre es un inconveniente a la hora de realizar una instalación de software.
A mi es una opción que me gusta mucho para incorporar nuevos equipos a la empresa. Posibilidades de comunicaciones inalámbricas, buena imagen, incorporan Windows 7 y los inconvenientes no me parecen insalvables desde luego. Si tuviera que renovar los equipos informáticos de mi empresa consideraría estos equipos como una opción más que interesante, puesto que admás los precios que nos ofrecen son bastante buenos para sus prestaciones.
Vía | Xataka
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