Cuando viajamos fuera de nuestro país con los móviles de empresa, un gasto más que tenemos que afrontar es el roaming. O dicho de otra manera, el sobreprecio que tenemos que pagar por seguir usando nuestro número en una red de un operador distinto y fuera de nuestro país. Pero ¿merece la pena pagar el roaming cuando viajamos fuera de nuestro país?
El coste del servicio suele ser elevado, sobre todo si lo utilizamos con nuestra tarifa de datos de la manera habitual. Correo electrónico, conexiones remotas, acceso a aplicaciones online, son algunas de las cuestiones que necesitamos. Pero además si estamos fuera nos gusta hacer alguna que otra foto y enviarla. O escanear tickets y facturas para pasar los gastos de viaje para añadirlos a Expesify, por ejemplo.
El resultado puede ser un gasto elevado en un par de días. Pero claro, quizás no tenemos otras alternativas. Hoy en día no podemos estar incomunicados. Ni esperar sólo a tener una conexión WiFi disponible. Sobre todo porque para transmitir datos de trabajo, la WiFi pública no es lo más recomendable.
Una alternativa que puede salir rentable si los viajes son periódicos o tienen una duración de varios días es apostar por un terminal libre, que no esté limitado por un operador y por una tarjeta prepago con tarifa de datos del país al que nos hemos desplazado. De esta manera en nuestra empresa tenemos un número donde nos pueden localizar. Y el gasto es mucho menor y compensa si estamos dos o tres días. ¿Lo veis como una opción viable en vuestras empresas?
Vía | Blog Enrique Dans En Tecnología Pyme | Sin banda ancha móvil en nuestro lugar de vacaciones Imagen | kalleboo