Una de las cosas que a lo largo del día nos quita más tiempo y nos hace ser menos productivos es el correo electrónico. Poco a poco vamos viendo como una herramienta que en principio nos era muy útil se convierte en algo que nos absorbe cada vez más tiempo en su gestió, cada vez es somos más conscientes de la difícil relación del correo electrónico y la productividad.
En este sentido tenemos que ser muy prácticos. Nos pagan por realizar nuestro trabajo y para ello nos dan una herramienta, el correo electrónico. No nos pagan por gestionar el correo electrónico. Con ello quiero decir que tener una bandeja de entrada con correos sin leer no es pecado. O mejor aún, no estar siempre con el correo abierto, no es necesario. Se trata de ser prácticos y productivos. Muchas veces el correo electrónico no nos quita mucho tiempo, simplemente nos distrae de nuestra tarea principal, que al final del día es la que no ha avanzado en su propósito como debiera. Por eso una buena opción es no tener siempre abierto el correo, sino abrirlo cuatro, cinco o seis veces al día, en momentos determinados.
Una vez abierto el correo otra buena opción es la lectura oblicua. Mucha gente no sabe resumir y acotar el propósito de su correo, una lectura rápida y las marcas del correo nos permitirán en un instante si el correo es importante, informativo o puede ir directamente a la papelera. Con ello vemos si tenemos que modificar nuestro plan de trabajo diario o seguimos con el mismo.
Personalmente Twitter se está convirtiendo en una opción más interesante en muchos aspectos que el correo electrónico. Twitter pertenece a la cultura del enlace, del trabajo colaborativo, mientras que el correo electrónico representa el adjunto, el fichero que va como la falsa moneda de mano en mano y ninguno se la queda. Al final nadie sabe cual es la última versión buena del fichero.
Vía | ThinkWasabi En Tecnología Pyme | Productividad y correo electrónico no son buenos amigos Imagen | cohdra