Aunque últimamente parece que todo lo que no lleve la etiqueta "ultraportátil" ha quedado arrinconado en el mercado, en mi opinión queda sitio, bastante sitio para los modelos portátiles tradicionales. Menos ligeros, más grandes, pero más equilibrados si lo que buscamos es un equipo para un trabajo continuado. En esta línea, HP ha lanzado una nueva gama de equipos orientada al mercado profesional bajo el nombre ProBook.
De momento están disponibles tres modelos, dos con pantallas de 15'6 pulgadas y uno con pantalla de 17 pulgadas, todo un sobremesa transportable en este caso. Son equipos pensados para desplazamientos ocasionales, no para llevar colgados del hombro todo el día, ya que parten de los 2'6 kilogramos de peso, ofreciendo a cambio un rendimiento superior al de los equipos más ligeros a un precio bastante contenido.
Otro punto en el que presentan novedades es en el diseño, sobre todo en el teclado y los colores disponibles, un aspecto que afortunadamente los fabricantes de productos para el mercado profesional van cuidando cada vez más. Pueden llevar instalado Windows Vista o Suse Linux, con la famosa opción del "downgrade" a Windows XP en el primer caso, con la que podemos optar por utilizar éste último en lugar de Vista.
En cuanto a las características técnicas podemos elegir entre procesadores Intel o AMD, diversas opciones de conectividad inalámbrica, discos duros desde 160 hasta 500 GB, unidad óptica (también con varias alternativas) y baterías de seis u ocho celdas, muchas alternativas para configurar los modelos casi a medida, con precios que parten de los 470 euros para la opción más básica.
No son los portátiles los ordenadores más adecuados para un trabajo prolongado, al menos ergonómicamente hablando, pero el aumento de prestaciones y la reducción en los precios ha conseguido que más de una empresa se plantee su compra como sustituto del ordenador de sobremesa, sobre todo por la versatilidad que ofrecen. En determinados casos (autónomos sin oficina, profesionales que trabajen ocasionalmente en casa, etc.), estos equipos son una buena solución, no penalizan demasiado el rendimiento y no perdemos la flexibilidad en cuanto a cambio de ubicación que ofrece un portátil.