Muchas veces cuando damos información de un problema informático, ya sea por desconocimiento, por pereza o por pasotismo, que de todo hay en las empresas, no facilitamos prácticamente no funciona y se despacha con una llamada al informático diciendo aquello de
Oye, que esto no funciona o aquel otro jinggle de me he quedado sin ordenador
Es necesario cambiar la mentalidad puesto que cuanta más información porporcionamos, más fácil es resolver un problema.
Un clásico de estos problemas son los indeterminados del rendimiento de los equipos. El equipo va muy lento, así en general. Y entonces es cuando empieza el interrogatorio CSI que hay que realizar al usuario para intentar ir acotando el problema y determinar qué es lo que falla. Porque tal y como lo cuentan básicamente hay que coger el ordenador tirarlo a la basura y comprar otro nuevo.
Problemas en la carga del perfil del usuario, en la apertura de alguna aplicación o simplemente problemas de red. No todos se engloban dentro de la misma categoría, aunque a muchos usuarios se lo parezca. Que el resultado sea el mismo no significa que el problema que lo provoca sea el mismo, por lo tanto cuanta más información se proporcione mejor.
Estas cuestiones cobran más importancia cuando el técnico informático no está en nuestra sede o tenemos que llamar a un servicio externo. Cuanta más información se proporcione al servicio técnico menos tiempo tardarán en resolver el problema, de manera que el usuario podrá volver a su trabajo antes. No tiene sentido desentenderse del problema, puesto que el tiempo que se pierde después no lo tendrán los usuarios para realizar su trabajo.
Al final todo esto redunda en un ahorro de costes para nuestras empresas. No por quejarnos más tendremos una renovación de equipos antes, sino que todo lo contrario. Al aumentar los costes de actuación y de mantenimiento se reduce el porcentaje destinado a renovar equipos. Los presupuestos de IT de las empresas son finitos y hay que llegar a un equilibrio entre coste de renovación y de mantenimiento.
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