Durante esta semana se levantaron los rumores de que Google iba a presentar Chrome OS, aunque finalmente se ha quedado unicamente en un anuncio de lo que supondrá el sistema operativo que está desarrollando Google para el año que viene. Y la verdad es que a un año vista, Chrome OS decepciona en la empresa.
Es interesante el concepto que introduce Google a la hora de plantear su sistema operativo pensado para operar desde internet. La base del sistema es el navegador Chrome, donde a través de distintas pestañas podemos ir accediendo a distintas aplicaciones que en ningún caso están instaladas en nuestros equipos sino que operan directamente en la nube. Esta limitación provocará que en un primer momento este sistema operativo no sea utilizado por las empresas, puesto que muchas de ellas cuentan tanto con aplicaciones propias, como aplicaciones parametrizadas o simplemente aplicaciones basadas para operar con Windows que forman la base de su funcionamiento operativo.
Otra de las cuestiones que me ha llamado mucho la atención es la apuesta que quieren hacer desde Google por hardware de calidad. Introducir un parámetro de control, intentado controlar como lo haría Apple donde se instala el sistema operativo, para intentar que el usuario tenga una experiencia lo más satisfactoria posible. Es difícil que lo consigan desde el momento en que no se encargarán de fabricar tanto hardware como software a la manera de Apple. En este sentido, no soportará discos duros mecánicos, sólo SSD.
En principio el sistema está pensado para ser utilizado en ultraportátiles y posteriormente pasaría a ser usados en portátiles convencionales y sobremesas. No existen en el mercado muchos ultraportátiles que monten discos SSD, lo cual reduce mucho las opciones. Esto unido a que los ultraportátiles no son precisamente los equipos favoritos de las empresas provocan la decepción de este sistema para la empresa.
Google piensa en este sistema operativo para actuar en conjunción con otro, teóricamente Windows, lo cual no suele gustar ni a las empresas ni a los administradores de sistemas que tienen que mantener dos sistemas, lo que conlleva más trabajo. Por lo tanto, aunque tiene algunas ventajas no parece que las empresas se vayan a volver locas por la adopción de este sistema operativo.
Muchas veces el fracaso o éxito de una solución tecnológica depende del tiempo en el que se presenta. Tal vez por el momento la nube no está todavía madura para adoptar un sistema como el presentado por Google, no hay más que ver la madurez de aplicaciones tipo Docs, que llevan un tiempo en producción y todavía no cumplen con las expectativas de los usuarios. Veremos como evoluciona el concepto de SaaS y si finalmente se acaba imponiendo el sistema operativo en la nube.
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