Emprendedores: de estanquero a empresario

Emprendedores: de estanquero a empresario
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¿A qué fumador no le toca las narices que le tengan que abrir la máquina de tabaco con un mando, esperar algunas veces un buen rato o, sencillamente, interrumpir a un más que atareado camarero? Desde 2005 la ley del Tabaco se endureció en España, y para comprar tabaco en la máquinas expendedoras se hizo necesario este engorroso trámite por eso de comprobar la edad del comprador. Como no podía ser menos, un emprendedor vio una oportunidad donde otros veían un problema. El emprendedor en cuestión, un estanquero catalán, contactó con una empresa de OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres), con CEPHIS (Centro de Prototipos de Hardware de la UAB) y con la gente del CIDEM, los cuales le subvencionaron en un 25% la realización de los primeros prototipos con estas dos empresas.

La máquina, que se desarrolló a finales de 2007 y ya está presente en algunos negocios, comprueba la edad mediante la introducción del DNI y listo. Las perspectivas de negocio parecen tan fabulosas que el estanquero ya ha dejado el estanco, y ahora se dedica full time a este producto, conjuntamente con 2 ingenieros y un desarrollador de negocio.

Interesante sistema que además puede ser aplicable a las máquinas tragaperras. Para los menores de 18 años, el truco para soslayar la prohibición pasa por conseguir que un mayor de edad le preste su documento de identidad pero entonces la responsabilidad queda derivada a quien presta su DNI, infracción que puede llegar a ser constatada por la propia máquina. Eso en el caso de que el documento sea auténtico. ¿Detectará la máquina un DNI falso como si del CSI se tratara? En todo caso es de suponer que con un pequeño reajuste sí lo hará.

Cuando llegaron las famosas monedas thailandesas “de dos euros” hubo que afinar la sensibilidad de las máquinas en cuestión al peso de las monedas porque ¿no te has dado cuenta de que algunas máquinas solo admiten los dos euros "españoles"? Las monedas de dos euros alemanas o francesas no pesan exactamente igual que las españoles (y tampoco las monedas thailandesas) razón por la que muchas máquinas no los admiten.

Vía | Blogdeemprendedores

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