¿Debería el Estado financiar el emprendimiento mediante subvenciones?

¿Debería el Estado financiar el emprendimiento mediante subvenciones?
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Cuando una persona decide emprender una aventura empresarial, lo normal es que evalúe la posibilidad de obtener algún tipo de ayuda pública en forma de subvención para financiar una parte o la totalidad de la aventura, en especial en los comienzos cuando más complicado es obtener recursos de otras fuentes alternativas. Ante la sequía de crédito, lo normal también es que el Estado ayude a poner en marcha una empresa mediante la aportación de los recursos públicos necesarios para comenzar a trabajar.

Dadas estas circunstancias, se dan los ingredientes necesarios para que el Estado actúe como prestamista o subvencionador de última instancia, proporcionando los recursos económicos que las empresas necesitan para financiar su actividad, muchas veces a fondo perdido. Pero, ¿debería ser ésta una actividad reservada al sector público?

Es perfectamente plausible y razonable que todo emprendedor busque ayudas públicas para financiar su actividad. Sin embargo, el negocio no debe estar condicionado en ningún caso a tales ayudas. Toda empresa debe ser rentable por sí misma, y buscar la financiación privada que determine si el negocio es viable o no en función de sus beneficios esperados, incluso en tiempos de crisis.

Que un estado aporte la financiación que las empresas necesitan no servirá para otra cosa que no sea alargar la agonía. ¿Qué criterios fijaría el Estado para conceder tales subvenciones? ¿Habría barra libre de fondos para financiar cualquier proyecto empresarial con independencia del plan de negocio y de la viabilidad futura de la empresa?

La financiación privada cumple una función esencial dentro de la economía: diferenciar los proyectos viables y rentables de aquellos que no lo son tanto. Si no somos capaces de obtener financiación por los canales correctos, quizá nuestro negocio no sea el adecuado y, quizá, tengamos que buscar otro nicho de negocio diferente.

Las ayudas públicas pueden ser la solución en un momento puntual, pero nunca deben convertirse en nuestra fuente principal de obtención de recursos para financiar nuestros proyectos empresariales. Las subvenciones han de considerarse solo como un extra puntual que si se consigue, bienvenido sea, especialmente si esta ayuda no necesita ser devuelta.

En Pymes y Autónomos | Subvenciones para autónomos disponibles actualmente

Imagen | niekverlaan

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