Hoy he leído una noticia por la que la red social LinkedIn se ha visto obligada a modificar la publicidad de las oportunidades laborales de la empresa ingenieros Totpal al publicitarse con la imagen de dos mujeres muy atractivas. Siendo la causa de dicha rectificación la asociación de la imagen de estas dos mujeres con una empresa de ingenieros, como consecuencia de las quejas de algunos usuarios.
Esta discusión no es para nada novedosa, ya que durante décadas hemos asistido a comentarios sobre que las mujeres con un nivel cultural o formativo determinado no pueden ser bellas, un comentario muy desacertado y que no se sustenta bajo ninguna base científica.
A pesar de que cada vez es más raro escuchar juicios de este tipo, gracias a que cada vez apreciamos estos acontecimientos con una mayor objetividad, aún hay mujeres que los sufren no solo en su vida personal, sino que también en sus entornos de trabajo.
Hechos como este confirman que en muchos de nuestros juicios de valor nos dejamos llevar por las asociaciones culturales que hemos escuchado durante años, lo que nos debería llevar a reflexionar sobre la utilidad y/o oportunidad de estos prejuicios, y si fruto de estos podemos tomar decisiones inadecuadas.
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