¿Cómo ser un profesional freelance y no morir en el intento?
Reflexiones

¿Cómo ser un profesional freelance y no morir en el intento?

HOY SE HABLA DE

No creo que la mayoría de las personas que nos dedicamos a ser freelances soñáramos con ello de niños o adolescentes. Imaginábamos trabajar para una empresa, y que a final de mes te ingresaran una nómina. Algo tan normal y corriente como les ocurría a nuestros padres si no eran autónomos.

El problema de trabajar por tu cuenta son los mensajes erróneos de quienes a través de sus plataformas, difunden un halo atractivo al hecho de trabajar en tu casa, cuando ir justo de dinero cuando los clientes no responden a la hora de pagar forma parte de la realidad de ser quien dirige tu vida en lo laboral.

Radiografía del freelance sin purpurina ni adornos

Ser freelance, emprender o trabajar por cuenta propia conlleva más puntos negativos que positivos. De hecho, esa felicidad que nos venden no deja de ir de la mano de una dosis de estrés y un agobio que se traduce en no cobrar mucho a fin de mes.

Uno puede ser freelance por vocación pero la gran mayoría lo es porque los sueldos que pagan en las empresas son bajos y las horas que se regalan son demasiadas.

Sobre todo, si la compañía es de las que valora el presentismo por encima de la productividad.

Vender servicios intangibles no está valorado. Con esta afirmación quiero decir que cuando un profesional pasa un presupuesto a un cliente, éste tiende a pensar que debería ser más económico. Al fin y al cabo, trabajas desde casa.

Cuestión que nos lleva a resaltar que el freelance que realiza su trabajo desde su casa o donde desee, no ha de pagar luz, ni emplea tiempo ni conocimientos, según algunos clientes. Primer obstáculo al que se enfrenta ese ser que se dedica a correr, ir al gimnasio y de vez en cuando sentarse frente al portátil, para muchos.

Cómo convencer a la Humanidad que un freelance es un trabajador

Cuando aparece 'sueldo a convenir' en cualquier oferta de empleo, deberíamos aprovechar para vender una idea clara, seria y concisa: Valgo lo que trabajo. Y si llevas tiempo como freelance las pruebas estarán en tu blog, portafolio personal.

La calidad de un encargo, de un proyecto, se puede medir mejor en las herramientas que maneja un freelance porque normalmente quedan registradas online. Y si no es así, éste puede ser un buen momento para crear ese espacio que recoja tu trayectoria.

¿Te gustaría decir adiós a los mundos del freelance y decir hola a un contrato?

Es difícil generalizar, es injusto y complicado. Pero, excepto unos pocos casos donde un freelance que no deja de ser alguien que busca hacerse con una cartera de clientes y sobrevivir haciendo, si tiene suerte, lo que le gusta; es una persona que vive en un estado continuo de estrés donde los días tienen más de 24 horas.

Esto no quiere decir que trabajar en una empresa, y menos hoy día, sea la panacea, pero la tranquilidad que te da cumplir con un horario y al llegar a casa desconectar, no es un placer que muchos freelances puedan saborear.

Por este motivo, son muchos los que abandonan una profesión para la que se formaron y son medianamente buenos o muy buenos, por un sueldo fijo y un trabajo al uso.

Los tiempos están cambiando pero las mentalidades, no

Basta con ver cómo se recibe al colaborador en una empresa, respecto al trabajador que tiene un contrato, no importa si lleva medio año o meses.

Él sabe que ha llegado para quedarse y tú eres alguien externo que aparece de vez en cuando. No, definitivamente, esta sociedad no está preparada para tratar a nivel económico y personal a un freelance que probablemente rinda más que alguno que otro que calienta la silla.

Por ello, todo lo que vaya de la mano de la palabra contrato freelance, pagar cuando se debe, o respeto será bienvenido. Si hace décadas eran malos tiempos para la lírica, ahora son tiempos extraños para quienes no fichan todos los días en la empresa. Ser freelance es un reto o una locura maravillosa si las cosas salen bien.

Imagen|Pixabay

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