Venta online en Europa: Francia

Venta online en Europa: Francia
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En otra entrada hacía mención de cómo vender en mercados europeos exponiendo, para ello, el ejemplo de Suiza.

Sin embargo, si hay un país en el que las transacciones españoles sean relevantes, por ser nuestro principal receptor de nuestros productos, ese es Francia.

Lo primero que hay que tener en cueta es que Francia es un país muy intervencionista en la libertad contractual de los comercios, en términos de protección del consumidor.

Por tanto, la legislación francesa dispone que la descripción de un producto en una tienda online ha de considerarse una oferta contractual vinculante.

En principio, por ejemplo, un minorista está obligado a responder ante un precio erróneo. La información obligatoria que los minoristas han de mostrar en sus tiendas online está, de hecho, armonizada en la UE. Sin embargo, Francia va un paso más allá al exigir a los comercios online que informen a los clientes de las disposiciones de la ley de garantías en sus términos y condiciones generales. De no hacerlo, podrían ser multados.

Existen normas detalladas aplicables a los descuentos sobre el precio de artículos rebajados. Las infracciones pueden ser sancionadas por las autoridades de defensa de la competencia con graves multas.

Las disposiciones de la ley de garantías, a partir de 2016, la norma sobre la carga de la prueba en relación con la existencia de un defecto en la recepción de los bienes, aplicable a las tiendas online, deberá modificarse. Según las directivas de la UE, hasta ahora, se presumía que el defecto ya existía en el momento de la recepción de los bienes en caso de advertirse en un plazo de 6 meses y comunicarse al propietario de la tienda online. A partir de 2016, este periodo se ampliará a 2 años.

Esta ampliación constituye un problema considerable para los comercios online. Su punto de partida empeorará de manera considerable con la ampliación de este periodo a los 2 años.

Francia cuenta con una ley de garantías a dos niveles. Además de la ley de garantías del consumidor, estos pueden presentar reclamaciones alegando defectos ocultos. Sin embargo, en este caso, el comprador debe facilitar siempre pruebas del defecto oculto. En este caso, el periodo de garantía de dos años sólo comenzará una vez descubierto el defecto y no en el momento de la entrega de los bienes.

Por último, en Francia, el uso obligatorio del francés resulta especialmente importante para la estructura de una tienda online. Las infracciones pueden sancionarse con multas individuales.

Además, los consumidores pueden alegar que no entendieron la información, por ejemplo, relativa al derecho de cancelación, que no esté en francés, lo que deriva en un derecho de cancelación de un año.

Imagen | tpsdave En Pymes y Autónomos | Venta online en Europa: Suiza

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