Es difícil recordar un momento tan negativo como el actual para la "chispa de la vida", "la sensación de vivir", es decir para Coca-Cola. Leo hoy que los trabajadores de Fuenlabrada protestan en Sol tras una marcha de 20 kilómetros contra el cierre de la embotelladora. No son los únicos. Todo comenzó cuando se dio la noticia: La dirección de Coca-Cola Iberian Partners planteó a los sindicatos la reorganización del embotellador único.
La compañía tenía previsto el cierre de cuatro de las once plantas que tiene en el país. En principio no se ha demostrado que la empresa tuviera pérdidas en ninguna de las embotelladoras pero ha llevado adelante su ERE. En Alicante sin que ningún trabajador lo promoviera nació un movimiento en contra del consumo de la bebida. Una campaña de marketing inesperada para una marca que ha sido y es sinónimo de felicidad.
Cuando una marca como Coca-Cola lleva tanto tiempo en el mercado y ha logrado ir más allá de ser una bebida, sino un estilo de vida, un sinónimo de optimismo, positivismo resulta extraordinario comprobar que en una ciudad como Alicante, donde la tasa de paro es una de las más elevadas de España esté enfrentándose a ella para mostrar una cara menos amable de Coca-Cola.
No olvidamos que se trata de una multinacional, que da trabajo a millones de personas y su nombre está ligado a causas loables, pero de una manera espontánea y sin que ninguna agencia de publicidad medie, muchas son ya las personas que se niegan a consumir la bebida refrescante a favor de otra marca, su competencia de toda la vida, sobre todo en las ciudades donde se han cerrado las plantas.
En el momento que saltó la noticia fueron muchas las imágenes que se difundieron por la red utilizando una de sus últimas campañas donde personalizaban cada lata. Pero en esta ocasión era la palabra ERE la que aparecía en la bebida, o bien un conjunto de latas en fila a la puerta del SEPE.
Ahora bares y restaurantes de la ciudad de Alicante o al menos, algunos de ellos han decidido hacer boicot adquiriendo refrescos de cola de la competencia, bajo el lema «No al Ere de Coca-Cola. Si en Alicante no se fabrica en Alicante no se bebe». Y este es sólo un ejemplo de muchas iniciativas que se están llevando a cabo en el sector de la restauración. Un trabajador fue entrevistado en la radio hace unos días y no daba crédito al apoyo que están recibiendo.
Una vez más, la postura tanto del trabajador, unida al del cliente puede poner en entredicho el buen nombre de una marca aunque sea la reconocida Coca-Cola, hasta el momento sus redes sociales están recibiendo mensajes que invitan a que no se consuma ¿cómo gestionará esta crisis la compañía? Al menos en Coca-Cola Zero España el gestor de la red social no contesta. ¿Es una buena decisión?
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