Clientes tenemos muchos, pero los clientes VIP´s son los más difíciles para trabajar con ellos por sus propios comportamientos. Tenemos un problema cuando una persona comienza a sentirse importante, dado que a partir de este momento el mundo gira alrededor de su ombligo.
Podemos destacar entre otras muchas más características, los siguientes rasgos diferenciadores y segmentadores de este selecto y elitista grupo de nuestra cartera de clientes:
Tiene derecho. Su palabra es una escritura, sus tesis irrefutables y siempre va a tender a salirse con la suya. No intentes convencerle de la postura contraria ni des ningún argumento; no los va a aceptar.
No existe lista de espera o turno de acceso. Reclama que se le atienda cuando llega, interrumpe reuniones y le falta el respecto con su comportamiento. Sus necesidades son prioritarias, únicas y preferenciales. Da igual las cuestiones del resto del mundo.
Tiene el don de la inoportunidad. Siempre llegará cinco minutos antes del cierre, o justo cuando tenemos que salir a hacer cualquier gestión importante que no podemos demorar.
Necesita, espera y nos reclama un trato preferencial y distintivo de su rol de cliente VIP. No va a tolerar el mismo trato que se le pueda otorgar al resto de nuestros clientes. Esto implica un sobreesfuerzo y sobrecoste para toda nuestra empresa, que muchas veces siquiera entremos a valorar adecuadamente esta carga.
Las amenazas tácitas y veladas acompañan cada una de sus palabras y acciones si no cumplimos todas sus pretensiones. Irse a la competencia o saltarse los departamentos de la empresa para llegar a las más altas instancias son sus frases preferidas.
Una prisa recurrente e inoportuna acompaña a cualquier cosa que haga o necesite este cliente de nuestra empresa. Pensemos entonces ¿Merece la pena tener clientes VIP´s?
Vía | Motivar y convencer en los negocios
Imagen | Andrew Cooke
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