Antes de iniciar tu proyecto, piensa al menos durante siete días

Antes de iniciar tu proyecto, piensa al menos durante siete días
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Un amigo tiene problemas económicos. Durante un tiempo, permanece callado, no lo comenta ni a familiares ni a amigos. Lleva un tiempo dándole vueltas a un proyecto con el que conseguir unos ingresos extras.

Por fin un día, decide compartir su situación con una persona de confianza. Necesita desahogarse y también algún consejo pero previamente él ha trazado las líneas estratégicas de su futuro negocio. Antes de iniciar su proyecto se ha tomado un tiempo para reflexionar.

Los pros y los contras de iniciar un proyecto

Si lo que nuestro amigo busca es lograr unos ingresos extra, sin dejar su principal trabajo, no sólo va a necesitar de una buena estrategia, sino de tiempo. De mucha organización para que este segundo trabajo no le reste energía ni horas para desempeñar su primer empleo.

La parte positiva es la ilusión. La motivación que sentimos cuando vamos a dedicarnos a algo que nos gusta. Quizás una actividad que comenzó como una afición pero ahora resulta que puede no sólo sacarnos de un apuro sino crecer a nivel profesional.

Realismo, el primer paso

Nuestro amigo sabe que en su nicho hay muchas personas que se dedican a lo mismo. ¿Cómo va a diferenciarse? Parte con una desventaja: menos horas para dedicarle al proyecto y con una ventaja: máxima motivación.

Lo primero de todo será buscar a los futuros clientes. Personas que vivan cerca del local. Que no les suponga mucho tiempo ni esfuerzo desplazarse. Por ejemplo, si pensamos en ofrecer masajes, imaginemos que la persona que quiere darse uno, tendrá un horario de trabajo intenso y debemos facilitarle la movilidad.

La ubicación del negocio es una de las claves de una buena estrategia de negocio. Eso lo saben varias multinacionales que suelen asentar sus locales pensando siempre en la comodidad del cliente, evitando largos y agotadores viajes en coche o en transporte público.

Precios razonables

¿Qué vamos a ofrecer? ¿Un masaje de calidad? ¿Hemos recibido una buena formación? ¿En nuestra zona viven personas con un poder adquisitivo alto?

No regalemos nuestro trabajo. De hecho, el cliente tiende a desconfiar de unos precios "demasiado" bajos. Sobre todo en cuestiones de salud.

Hay que perder el miedo a demandar una cifra elevada si lo que va a recibir a cambio el cliente es un trato profesional.

Generar expectación

Mientras se realizan las obras, deberíamos colgar un cartel en el que figure tanto el nombre de la empresa como los productos o servicios que vamos a ofrecer.

¿Cómo podemos generar expectación? Una fiesta de apertura es una opción. Nos presentamos, abrimos nuestra "casa" a la comunidad. Y ese momento servirá para identificar a los posibles clientes.

Móvil fotografía caras de una esfera.

Clientes especiales

Todos y cada uno de nuestros clientes serán importantes, pero ofrecer una campaña con condiciones especiales a los vecinos que vivan en el mismo código postal demostrará un interés por atender sus necesidades y generaremos un sentimiento fuerte de cercanía.

Conclusión

Confianza, realismo, tiempo para desarrollar una estrategia de negocio, conocer a la competencia, buscar a nuestros clientes potenciales, y sobre todo, rodearnos de gente que nos apoye y anime serán la clave para que nuestro futuro negocio, destaque y con el trabajo diario se convierta en un lugar al que acudan los clientes de manera habitual.

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