¿Por qué los españoles somos de los que más horas trabajamos pero de los menos productivos?

¿Por qué los españoles somos de los que más horas trabajamos pero de los menos productivos?
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Productividad, productividad, productividad... Una palabra que no para de repetirse en muchas empresas y organizaciones. Y sin embargo parece un unicornio, un animal mitológico al que se aspira pero que no se consigue. Y esto acaba por afectar a los empleados. Porque los españoles somos de los que más horas trabajamos pero de los menos productivos.

Un español trabaja al año 1.695 horas declaradas. Aquí no cuentan las que pasamos en la oficina pero realmente no estamos haciendo nada, simplemente esperando a que el jefe se vaya a casa. Tampoco las que si trabajamos, como las horas extras no pagadas, pero que no aparecen por ningún sitio. Estamos en la media de los países europeos en horas trabajadas, el puesto 15 de 38.

Son unas 300 horas anuales más que en Alemania, unas 200 más que en Dinamarca, pero también unas 400 horas menos que en Grecia, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, en el ranking de productividad por horas trabajadas esto tiene casi una relación directa, con una productividad de casi el 20% en Grecia mientras que España apenas supera el 30% de productividad.

El presentismo es algo que afecta a más de la mitad de las empresas españolas. Esto nos hace estar muchas horas en la oficina, pero con muy escasa atención y productividad. Incluso puede que en las horas finales del día sea en las que más se trabaje, para cerrar cuestiones, mientras que a lo largo de la mañana no se ha aprovechado tanto como se debería.

A mi modo de ver se pueden mejorar estos valores de forma sencilla, aplicando dos sencillas reglas, jornadas continuas y teletrabajo. Pero esto implica un cambio de mentalidad notable en la cultura empresarial de este país. No por estar más horas abiertos se va a ganar más dinero. Mientras no se asuma esta cuestión, no vamos a ningún lado.

Una jornada continua evita el presentismo, no hay más que ver lo que ocurre ahora con las jornadas de verano en las empresas. Los mismos que muchas veces no se levantan hasta que el jefe no se va, ahora se marchan a su casa. Si esto lo complementamos con algo de teletrabajo como opción para poder conciliar mejor tendríamos muchas herramientas para cambiar la tendencia.

Esta relación entre productividad y horas trabajadas también tiene un lado perverso, que podemos ver en los contratos a tiempo parcial, donde muchas empresas prefieren contratar empleados a 6 horas y que trabajen a tope, aunque su plantilla tenga que ser más amplia. La facilidad para rotar o que estén más frescos en el día a día compensa el aumento de plantilla necesario para cubrir las horas necesarias.

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