La mala suerte no existe, salir de una espiral de negatividad mejorará tu carrera profesional

La mala suerte no existe, salir de una espiral de negatividad mejorará tu carrera profesional
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A veces, somos nosotros mismos los que nos ponemos las limitaciones con frases del tipo: "No voy a poder", "no me veo haciendo eso", "me van a decir que no", "todo me sale siempre mal para qué me voy a esforzar". Si bien estos miedos e inseguridades pueden ser infundados, en ocasiones nos agarramos a ellos para no salir de nuestro perímetro de seguridad.

Como reza el título, la mala suerte no existe. Todos tenemos problemas y lo único que cambia es la forma de afrontarlos. Pero conocemos a personas que se creen objetivo de una conspiración, para que todo les vaya mal en la vida personal y laboral. Su jefe es el peor, no le duran las amistades, no encuentra pareja. Igual es hora de cambiar el enfoque.

La vida nos da lecciones todos los días. Las situaciones adversas nos obligan a hacer un alto en el camino y reflexionar. Cualquier aprieto puede convertirse en una enseñanza, que como mínimo, te permitirá conocerte mejor: tus límites, tus fortalezas, tu nivel de resistencia, tu capacidad de entrega.

Salir de esa espiral de negatividad, provocará enfrentarse a los reveses de la vida con buena actitud y sin caer en el lamento, inspirando lástima a la gente de tu entorno.

Ante la decepción, entrena la gratitud, es un buen momento para hacer un trabajo de compensación. De lo que se trata es de apreciar las cosas que tienes. Coger las riendas cuando piensas que has vuelto a tropezar con la misma piedra, sería hora de recordar esta frase de Shakespeare:

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

Plantar cara a los problemas es un claro síntoma de buena salud mental. Nadie es perfecto. La vida está llena de obstáculos, grandes y pequeños que nos ponen a prueba. No, nadie está tejiendo problemas concretos para ti.

Instalarse en la autocompasión estanca la evolución de cualquiera, porque justifica la apatía, la negatividad o la falta de voluntad y, además nos encadena en los problemas.

Ni como compañero, ni como amigo, ni como jefe mantener una actitud tan negativa te llevará lejos. Es hora de dejar de boicotearte. Los lamentos ayudan a encontrar comprensión y compasión en los demás. Pero, una vez que sabes dónde están tus apoyos, no queda otra que hacerte cargo de ti mismo y dar un paso al frente. De lo contrario, se corre el riesgo de caer en el victimismo.

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Imagen|David-Karich

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