Contra todos los pronósticos que se hacían al comienzo del camino. Y contra dos de los mayores rivales del mundo. El Atlético de Madrid ganó la Liga española el pasado fin de semana. Su victoria y su trayectoria han sido inspiradoras. Dejan algunas lecciones para las pequeñas empresas que se baten el cobre todos los días por crecer.
Son lecciones que redundan en una sola idea: querer es poder. Pero veamos:
Liderazgo y humildad
Los jefes no ejercen de 'controladores' sino de líderes. El 'Cholo' Simeone ha encarnado esta pequeña gran revolución en el equipo. Ha demostrado que en un grupo de 'trabajadores' el responsable debe convertirse en un líder, en alguien a quien sigan sin dudar. Construir esa relación de confianza no resulta fácil, pero acaba siendo enormemente efectiva.
La humildad permite sacudir la presión. Pensar que eres la mejor compañía de tu segmento, sólo te colocará un enorme peso sobre los hombros con el que será, cada vez, más complicado avanzar. Ser humilde para afrontar el día a día, especialmente con las victorias, te permitirá caminar sin esa obligación de triunfar, de avanzar a enorme velocidad, de romper una y otra vez el techo.
El tamaño y la lucha contra gigantes
Los presupuestos y el tamaño no tienen por qué ser definitivos. Claro que ayuda tener una chequera a punto para poder invertir en tecnología, en personal o en nuevas estrategias para salir al exterior. Por supuesto. Pero, el hecho de que el Atlético de Madrid, con mucho menor capacidad económica e institucional, que sus dos grandes rivales ha vuelto a demostrar que nada está escrito.
Entrar en sectores 'controlados' por los grandes es posible. Es algo similar a lo anterior. En todos los grandes sectores económicos hay 'gigantes'. Pero especializarse y ofrecer un valor añadido sirve para ganar esa batalla que, a priori, es desigual. En el caso del Atlético de Madrid, logró no sólo entrar y mantenerse junto a los dos titanes, sino que los superó.
El sacrificio y el 'día a día'
Partido a partido. Sin perder de vista el horizonte económico, entendiendo cuáles son los objetivos, esa filosofía de paso a paso es fundamental. Lo decía el entrenador D´Amato (Al Pacino) a su equipo en la película 'Un Domingo Cualquiera': pulgada a pulgada.
El esfuerzo y el sacrificio acaba teniendo su recompensa. Hay ocasiones en las que se hace difícil continuar. En las que el proyecto se encalla y las dificultades se multiplican. Sin embargo, esta es una prueba más de que esa actitud de no dejar de pedalear y luchar siempre tendrá buenos frutos.
El deporte, como hemos comentado en alguna ocasión en este blog, deja muchas lecciones inspiradoras. El espíritu de superación, el esfuerzo, la motivación, la gestión del éxito o del fracaso... Y el del Atlético es otro ejemplo más.
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