La unión hace la fuerza y más en tiempos como los actuales. Crear sinergias entre pequeñas empresas que mejoren los procesos y, a la postre, los productos o servicios puede resultar tremendamente útil. También pueden permitir un ahorro de costes, al poder compartir tecnologías o ganar tamaño para negociar la financiación, los servicios o los suministros diarios.
En un tejido empresarial cada vez más competitivo, las sinergias de pequeñas empresas son una opción más que interesante para reducir la estructura de costes de producción. Hay que distinguir, como ya lo hiciera en estas líneas el compañero Míster Empresa, entre los tres grandes tipos de sinergias existen: operativas, de inversión y de dirección.
Con las sinergias operativas entre empresas se pueden reducir costes, especialmente, logísticos, de producción y de comercialización. Tener un servicio de mantenimiento común, compartir servicios post-venta o establecer una central de compras para reducir los precios en los aprovisionamientos pueden ser algunas de esas ventajas de ahorro al unirse.
Sobre las referidas a la inversión, se puede reducir el coste de la oficina, al compartirla, o el del equipamiento informático y de seguridad en internet. Se trata de gastos de estructura que pueden ser sobrellevados por dos o más pequeñas firmas de manera mucho más liviana y eficiente.
Muchas son las formas de aprovechar el potencial de la unión y colaboración entre empresas. Estas sinergias están muy relacionadas con ese concepto tan manido como es el ‘coworking’ pero que tiene intrínseco un mensaje con el que abríamos este artículo: la unión hace la fuerza. Una fuerza que, a la postre, se puede traducir también en un ahorro significativo.
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