Agua, infierno, cielo

Sin comentarios

Uno de los saltos más increíbles del deporte español con ocasión de las Olimpiadas del 92 fue el del waterpolo. De no tocar podio, de ser un deporte sin bases, a ser medalla de plata y en los siguientes juegos medalla de oro. Es posible que del waterpolo español podamos extraer lecciones sobre el coste de forjar un grupo líder.

El video con el que arranca este post refleja los métodos de entrenamiento de Dragan Matutinovic, el entrenador de aquel equipo, y refleja el estilo cuasimilitar que impuso. Sin embargo, existe un documental de TV3, Aigua, infern, cel, que recoge en bocas de sus protagonistas por lo que tuvieron que pasar para evolucionar de ese modo. Os recomiendo su visión vivamente (lo siento, no se puede insertar).

Tras ver este documental o tras leer la entrevista a Pedro García Aguado en JotDown, uno se hace muchas preguntas sobre el precio de la excelencia. ¿Era éste el único camino como pueden deducir algunos?

Tengo dudas sobre si este tipo de métodos son admisibles. Dudas sobre su admisibilidad moral y sobre su sostenibilidad en el largo plazo, sobre cómo puede afectar o destruir a muchas personas.

¿De verdad es necesaria esa dosis de mala....para conferir a un grupo en el mejor? Y si lo es, ¿se debe pagar ese precio? Creo que Jané demostró que había otra vía...

Ahí lo dejo, que cada cual en su entorno actúe en consecuencia pero sabiendo los riesgos que se asumen.

Más información | TV3 En Pymes y Autónomos | Los negocios son cuestión de pulgadas

Temas
Comentarios cerrados
Inicio