¿Cubrimos el riesgo de tipo de cambio en nuestra empresa?

¿Cubrimos el riesgo de tipo de cambio en nuestra empresa?
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Las empresas que se relacionan con clientes y proveedores extranjeros, o bien con entidades de crédito con las que han formalizado algún tipo de financiación en otra moneda a la del curso normal de sus actividades, se exponen al riesgo de tipo de cambio, es decir, el potencial riesgo de incurrir en una pérdida financiera como consecuencia de una variación de la cotización de una divisa respecto a otra.

Pues bien, aunque la mayoría de las empresas conoce la existencia de este factor, no son tantas las pymes que toman medidas de contención en esta materia, exponiendo sus negocios a pérdidas muy cuantiosas, que pueden incluso obligarles a dar pérdidas cuando la operativa del negocio se encuentra en una situación positiva.

Para conseguirlo podemos hacerlo de diversos modos, entre los que destacamos los siguientes:

Equilibrio de las operaciones en distintas divisas

Cuando nuestra empresa lleva a cabo negocios en distintos países y con monedas distintas, lo ideal sería que las posiciones de sus negocios fuesen homogéneas, es decir, que el peso de sus cuentas acreedoras o deudoras fuesen equivalentes, para así, evitar que las variaciones en los tipos de cambios pudiesen tener un impacto económico

Indización de una operación a la moneda y de la empresa

Una alternativa a lo anterior, aunque en la práctica se da poco y proporciona lastres a la hora de negociar un contrato, es fijar una moneda a la hora de llegar a un acuerdo, en este caso, la moneda que utilice la empresa para realizar los pagos, de tal modo que lograríamos evitar el riesgo de que la moneda extranjera fluctúe.

Contratación de un derivado

Hoy en día las entidades financieras nos ofrecen un abanico muy amplio de derivados de crédito que tiene por objeto la cobertura de tipos de interés, que al igual que los seguros de crédito y las cartas de embarque, nos permiten asegurar nuestros flujos de efectivo en las operaciones mercantiles que se desarrollan y reproducen en el tiempo.

Para ello, resultaría muy conveniente determinar cuáles son los flujos concretos que deseamos cubrir, y cuál sería el máximo nivel de pérdidas por este concepto que podemos permitirnos. Comentar que tan malo es el exceso como el defecto, siendo complejo poder acertar en ocasiones. Por ello, es importante que conozcamos que existe este instrumento y sus bondades, que debemos ajustar para no lograr el efecto contrario ni para incurrir en un sobre coste, porque por supuesto este servicio no es gratuito.

Los principales son:

  • Seguros de cambio: mediante estos los importadores/exportadores se garantizan el cobro de una cantidad nominal determinada, evitando que compras/ventas, tengan un sobrecoste o menor valoración

  • Forward: permite a la empresa comprar o vender a futuro una cantidad predeterminada de divisas, de tal modo que su evolución no afectará a sus negocios

  • Opciones: una opción sobre divisas nos da el derecho, no la obligación, de comprar una cierta cantidad de divisas en un momento futuro del tiempo

  • Túnel de divisas: mediante la fijación de unos límites de fluctuación al tipo de cambio, se permite que la empresa se beneficie de los movimientos favorables de la divisa en el mercado, a la par que limitaría las pérdidas en caso contrario

Ejemplos manifiestos y conclusiones

Por poner un ejemplo dentro de esta casuística, he de mencionar a la compañía de telecomunicaciones ONO, que a pesar de haber aumentado su facturación, ha perdido 23 millones de euros en el primer trimestre del presente ejercicio fiscal, como consecuencia de no haber cubierto sus compromisos de pago en dólares estadounidenses.

Desde otra perspectiva, esta situación también se ha manifestado en los casos de algunos particulares y empresas que han indizado sus préstamos y/o créditos (hipotecarios, consumo, avales, renting, etcétera), a monedas, y con el paso del tiempo se han enfrentado a un desenlace no esperado.

Por tanto, la cuestión del riesgo de tiempo de cambio no es una cuestión menor, y aunque es cierto que no podemos mitigarlo siempre a través de un reparto orgánico de nuestras actividades, hoy en día existen instrumentos financieros que nos permiten conseguirlo, por lo que merece mucho la pena que los tengamos en cuenta, y la estabilidad de nuestros resultados y del negocio en su conjunto pueden depender de ello.

En Pymes y Autónomos | ¿Hasta qué punto los tipos de interés intervienen en la financiación para las pymes?
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