La conciliación de la vida familiar y el trabajo

La conciliación de la vida familiar y el trabajo
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En toda la prensa económica podemos ver artículos sobre la baja productividad de las empresas españolas, y la conclusión es siempre la misma: estamos demasiado tiempo trabajando para lo poco que producimos. Pero a mi me asalta una duda, imagino que como a todos vosotros, ¿realmente todo el tiempo que estamos en el trabajo estamos trabajando? La respuesta es un no rotundo.

Hay diversos motivos por los que estamos presentes en el puesto de trabajo, pero el más importante de todos ellos, es porque en la cultura empresarial española o de dirección de empresas está muy arraigado aquello de que cuantas más horas esté el empleado en su puesto de trabajo mejor para la empresa. Este pensamiento es erróneo y debemos hacer un esfuerzo para modificarlo. Todos recordaréis las molestias que se tomó el Gobierno al respecto, creando la Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios españoles, bien de ella se derivó un “Libro Blanco” en el que nos llaman la atención sobre el uso de un recurso tan escaso como el tiempo. Posteriormente el Gobierno, aplicó todas las medidas que consideró adecuadas a través del plan Concilia, pero sólo a la función pública.

Para el sector privado todavía no se ha establecido ninguna regla respecto al establecimiento de horarios óptimos, pero los empresarios debemos tener en cuenta que nuestros trabajadores estarán más contentos si desarrollan sus tareas dentro de un claro horario laboral, tendrán menos estrés, serán más eficientes, podrán llevar una vida familiar plena, nos evitaremos malas caras, permisos de trabajo, bajas laborales, y al final todo redundará en nuestro beneficio, porque habremos conseguido el mismo resultado productivo con menos horas. Muestra de estas políticas son las llevadas a cabo por las grandes multinacionales, y en la búsqueda de la productividad no hay diferencias entre una pequeña empresa y una gran empresa. Además, nuestro entorno europeo siempre se ha caracterizado por tener unos estrictos horarios de 8 de la mañana a 6 de la tarde.

Concluyendo, es difícil que ningún Gobierno, sea de la ideología que sea, se atreva a poner puertas al campo, y a intentar realizar una normativa de obligado cumplimiento en esta materia, con lo que el desarrollo e implementación de la misma está en nuestras manos.

Foto: hbrinkman

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