Devaluación fiscal y cambio del modelo de Seguridad Social

Devaluación fiscal y cambio del modelo de Seguridad Social
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Competitividad. Es una de las palabras habituales para explicar parte de los problemas de las empresas españolas. O mejor dicho la falta de competitividad. Hay quien le achaca buena parte de la responsabilidad al euro, que dificulta las exportaciones y nos impide acometer devaluaciones. Pero parece que hay quien ha encontrado una salida al laberinto, optando por la devaluación fiscal. Veamos su impacto para las empresas.

Antes que nada, recordemos que las devaluaciones monetarias clásicas se parecen a las mentiras, tienen las piernas cortas. El efecto no parece ser nada duradero y se suele entrar en una guerra de divisas que puede acabar en un proceso inflacionario a las primeras de cambio. Además, como ya sabemos, esa opción, dada la existencia de una moneda única, está descartada en tanto en cuanto España permanezca en el euro. Así que olvidémonos de esa salida de emergencia.

Otra opción que barajan algunos como Krugman es la devaluación interna, una rebaja de los costes laborales. Complicado, muy complicado en cualquier caso y especialmente en el caso español. Pero hay quien ha desarrollado una variante de esta tesis, que es una devaluación fiscal. ¿En qué consiste la propuesta?

Se trata de combinar una elevación de los tipos de IVA con una reducción de las cotizaciones sociales. De este modo, para los productos nacionales se buscaría neutralizar el efecto de ambas medidas, resultando afectadas directamente las importaciones, que se encarecerían a la par que se abaratarían nuestras exportaciones.

Como solución a la crisis y alternativa a las otras devaluaciones que hemos contemplado no lo veo tan fácil. Para empezar, devalúes como devalúes, duele. Estamos hablando de una perdida del poder adquisitivo de las personas, máxime en una economía como la nuestra tan dependiente del exterior (pénsemos por ejemplo en la factura energética). Eso, por no hablar de como se disparan los alicientes para la economía sumergida y los fraudes en las tramas de IVA.

Pero lo cierto es que, donde lo dejan los blogs que he leído al respecto, es donde uno empieza a darle vueltas. Me refiero a que si como solución a la crisis no lo veo, si que entiendo que es de las pocas salidas que le queda a nuestro sistema de pensiones. Las cotizaciones sociales generadas por cada trabajador es un sistema abocado al fracaso por criterios demográficos, tecnológicos, financieros, etc. Uno es partidario de otros sistemas, de otros modelos, pero en tanto en cuanto esos llegan, croe que no va a quedar más remedio que financiar nuestras pensiones con impuestos.

El IVA lo pagan todos, gravan tanto al producto nacional como al importado, evitando el ¿dumping? social y tecnológico. Parcial o totalmente, a medio plazo no le veo mucha más salida a este Estado Social del Bienestar. Quizás sea un buen momento aprovechar para implantar esta solución si se acomete el experimento citado.

Y yo me pregunto cómo lo veis en vuestra empresas, en vuestras pymes, cómo valoráis la posibilidad de una reducción en las cotizaciones acompañada de una subida del IVA. ¿A favor?, ¿en contra?, ¿razones?

Vía | Politikon Más información | Xavier Sala-i-Martin, Project Syndicate En Pymes y autónomos | Las empresas deben 8.000 millones de euros a la Seguridad Social en aplazamientos Imagen | photoesteve101

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