Siguiendo con el análisis de las propuestas de los principales grupos políticos con probabilidades reales de acceder a la Presidencia del Gobierno, en esta ocasión analizamos una de las propuestas estrella de uno de los partidos que más ha crecido en los últimos meses, Ciudadanos.
Se trata de la ya famosa mochila austríaca, una medida presentada en su momento por el Servicio de Estudios del BBVA para fomentar la indemnización indefinida y que ya existe en Austria, un país referente en materia de empleo cuya tasa de paro nunca es superior al 5%. Pero, ¿en qué consiste esta medida y cómo afectaría a las pequeñas y medianas empresas de España?
El modelo de mochila austríaco sirve como colchón en caso de que un empleado resulte despedido de su empresa. El empresario, al igual que hace con las cotizaciones sociales, va aportando una cierta cantidad de dinero mes a mes a una bolsa de la que el empleado puede disponer en caso de que acabe siendo despedido de su empresa. A diferencia del sistema de seguridad social, esta bolsa no sirve para pagar ni pensiones ni subsidios de desempleo; no se trata de un sistema de reparto, como la seguridad social de España, sino de capitalización.
Hay que aclarar que la propuesta que ha realizado el BBVA y Ciudadanos no llega tan lejos. Se trataría de implementar un sistema mixto en virtud del cual se repartiría la indemnización por despido entre la mochila (8 días) y el empresario, hasta los 20 días por despido procedente y los 33 días por despido improcedente.
Además, hay que tener en cuenta que esta mochila austríaca iría de la mano del contrato único. En este sentido, la propuesta pide un contrato fijo que será el que se utilizará por defecto. De este modo, se consigue que todos los contratos sean fijos no a basae de encarecer el empleo temporal, sino haciendo mucho más atractivo y menos costoso para el empresario el empleo indefinido, en especial para las pymes.
Las ventajas para el empresario son claras: el hecho de disponer de una bolsa de dinero para despidos permite que, en caso de necesidades del negocio o baja productividad de alguno de sus empleados, no se tenga que plantear cuál será su coste, reduciendo la incertidumbre sin reducir el derecho a indemnización de ninguno de los trabajadores.
Pero, ¿y para los trabajadores? ¿qué ocurre si no se produce el despido? En teoría, puesto que la mochila es individual, el individuo podrá disfrutar de los derechos adquiridos en el que cese la relación laboral con independencia de la forma en la que ésta se produzca, bien sea por despido o bien por baja voluntaria. Ese dinero es nuestro a todos los efectos y, por tanto, nuestro será también su disfrute. ¿Cuántas personas se han planteado no cambiar de trabajo por miedo a perder los derechos de la indemnización y los derechos adquiridos en su empresa? ¿Cuántas personas no se han embarcado en una aventura empresarial por no haber dispuesto de los fondos necesarios? La movilidad del trabajo y la productividad de toda la economía se verían muy beneficiadas de este cambio de modelo y saldrían beneficiados los trabajadores más productivos.
En definitiva, se trata de una propuesta cuando menos interesante, aunque con diferentes interpretaciones y articulaciones. Si finalmente se implementa la propuesta realizada por el BBVA, el mercado de trabajo se flexibilizará de forma notable. No obstante, hay que tener en cuenta que la mochila austríaca supone un aumento directo del coste del empleado mes a mes, por mucho que compense el coste indirecto del despido de cada trabajador. En este sentido, podrían darse situaciones de reducción de salario neto de los trabajadores para mantener el mismo coste laboral para el empresario, lo que no sería deseable para el trabajador. De todos modos, el Gobierno podría compensar este efecto con una reducción de las cotizaciones sociales
En Pymes y Autónomos | El pago de la indemnización en el despido por causas económicas
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